Un camarógrafo de la TV brasileña Bandeirantes se encuentra hoy en estado grave, tras haber sido herido en la cabeza por un artefacto explosivo durante un enfrentamiento entre policías y unos mil participantes en una protesta contra el alza en los precios de los pasajes de autobús en Río de Janeiro.
Según el hospital Souza Aguiar, el reportero Santiago Andrade llegó a la clínica en coma en la noche del jueves, fue sometido durante la madrugada a una cirugía de cuatro horas para contener una hemorragia cerebral y luego fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en estado grave.
Además de Andrade,
el hospital atendió a otras seis mujeres que resultaron heridas durante la protesta, que se inició en forma pacífica pero que degeneró en una batalla campal cuando los manifestantes invadieron y destrozaron instalaciones de la estación ferrocarrilera Central do Brasil para evitar que los usuarios pagaran los pasajes.
A partir de ahí, las tropas de choque de la policía militarizada pasaron a lanzar bombas sonoras y de gas lacrimógeno contra los participantes en la protesta, que a su vez prendieron fuego a basura para frenar el avance de los agentes, que también fueron atacados con piedras y trozos de madera.
Según la policía, 28 personas fueron detenidas y 20 de ellas han sido acusadas de causar daños al patrimonio público y privado.
El camarógrafo de la TV Bandeirantes registraba las imágenes del conflicto cuando fue alcanzado por un artefacto explosivo, cuyo origen todavía no ha sido determinado, ya que existen versiones contradictorias.
El comandante del quinto batallón de la policía militarizada, Luiz Henrique Marinho, sostuvo haber visto a
personas vestidas en negro (supuestamente integrantes del movimiento "black bloc") lanzar morteros, uno de los cuales habría alcanzado a Andrade.
No obstante, el reportero Bernardo Menezes, del canal GloboNews, sostuvo que la bomba que alcanzó a su colega fue lanzada por la policía.
La Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji) divulgó hoy una nota en la que pide una "rápida investigación" sobre el caso y demanda que el Estado asegure la protección "a la libertad de expresión, a la libertad de información y a los periodistas".
La manifestación en Río fue en protesta contra un aumento del 9,09 por ciento en los precios de los pasajes de autobús, que a partir de este sábado pasarán a costar tres reales (1,26 dólares).
En junio pasado, el anuncio de reajustes en los precios del transporte público en Sao Paulo desató una ola de masivas protestas que sacudieron Brasil durante la disputa de la Copa Confederaciones.
En esa oportunidad, las autoridades decidieron anular los reajustes para intentar frenar las manifestaciones organizadas a través de las redes sociales por grupos contrarios a los gastos públicos con la preparación del Mundial de Brasil 2014 y que demandan mejores servicios públicos de transporte, educación y salud.