Su nombre no es muy interesante, pero puede que su origen sí.
Se trata del cometa C/2017 UI, avistado por primera vez el 18 de octubre por el telescopio PanSRARRS 1 en Hawái, y cuya órbita es es tan extraña que astrónomos creen que su origen podría estar fuera de nuestro Sistema Solar.
De acuerdo con las observaciones que se hicieron a lo largo de seis días a partir de el momento en que pasó más cerca del Sol (y a 30 millones de kilómetros de la Tierra) este objeto sigue una trayectoria que se encuentra en ángulo con las órbitas de los planetas y no orbita alrededor de nuestro Sol.
Este recorrido no coincide con el que hacen la mayoría de los cuerpos celestes que proceden de la lejana nube de Oort y que siguen una órbita elíptica alrededor de nuestra estrella y que por ello regresan cada determinada cantidad de años.
Todo parece indicar que el C/2017 UI, en cambio, solo nos visitará esta única vez.
Lugar lejano
"Viene desde muy lejos, pero no podemos retroceder y ver dónde empezó. Puede que venga desde fuera de nuestro Sistema Solar, pero es muy difícil de saber", le explicó a la revista New Scientist Simon Porter, astrónomo del Instituto de Investigación del Suroeste en Boulder, Colorado, Estados Unidos.
Otra posibilidad es que provenga de nuestro Sistema Solar pero que en su camino haya interactuado con Júpiter u otro planeta de forma tal, que esta interacción haya provocado un cambio en su órbita.
Para aclarar las dudas en cuanto a su origen, los investigadores continuarán observando al cometa que aún será visible -con ayuda de telescopios- durante varias semanas.
Esto, esperan, permitirá analizar en detalle las características del recorrido del visitante y así se podrá clarificar su historia.
En el pasado, otro cometa -el C/1980 E1- también se acercó a la Tierra en una órbita poco común.
Observaciones posteriores mostraron que ésta fue producto de un encuentro con Júpiter, cuya gravedad aceleró su velocidad.