"Si soy campeón de la categoría Superstock, pasaría a ser piloto oficial de Aprilia para el Mundial de Superbike, lo que es mi sueño". Maxi Scheib pensaba ya ayer a mediodía en la corona.
Maxi Scheib fue presentado en Santiago como piloto del equipo Nuova M2 para el Campeonato Mundial de Superstock, la segunda división del Superbike. Aún no entrena con la máquina preparada (sí lo hizo con la estandar, con la que batió el récord de vuelta de Interlomas); aún no rueda en contra de sus rivales en Europa; aún no tiene muchas cosas claras, pero eso, el ser campeón como objetivo, sí lo tiene claro.
El cambio de su BMW a la Aprilia será fuerte, en lo técnico. El motor en línea al que estaba acostumbrado, ése que de sólo escuchar sabía que era el momento de maniobrar, queda atrás, con el diseño en V de los italianos.
El año pasado, el chileno corrió el campeonato europeo de Superstock y por los buenos resultados ganó un wild card para el Mundial. Ganó una de esas carreras y firmó así buena parte de su paso a la categoría superior.
Este año habrá una situación similar, aunque de mayor nivel. Por contrato tiene asegurado el Superstock 1000, un torneo que se corre como previa en las nueve fechas en Europa del Mundial de Superbike, pero también disputará dos fechas (a definir) del certamen mayor.
Además, Aprilia estaría evaluando que corra algunas fechas del Campeonato Español de Superbike.
De acuerdo a sus resultados, el segundo año de contrato, el 2018, seguirá en la serie o ascenderá al SBK.
"Es el año más importante de mi carrera como piloto, de la mano de Aprilia Factory. Es el camino corto hacia el Mundial, por eso me voy a esforzar por todo, en que voy a dar todo de mí", comenta el piloto, de 21 años. "La gran diferencia este año para mí, es que voy a tener un equipo de fábrica, es decir, ellos le pueden hacer las modificaciones que quieran a la moto".
Scheib no sólo está contento con el cambio de categoría, sino también con su nuevo equipo. "Tenía una oferta de BMW, buena en lo económico, pero los italianos tienen esto, son fabricantes, los técnicos se preocupan mucho. Un equipo de fábrica puede hacer lo que quiera con la máquina. Hoy las carreras son de motos y el equipo es fundamental para ganar un torneo", señala el multicampeón nacional.
El chileno conoce y ha corrido en tres de los nueve circuitos del calendario. Los demás, aunque de renombre, son desconocidos para él.
Gildemeister se acercó al piloto tras saber de su nexo con Aprilia, como representantes de la marca, y le facilitarán motos similares (la RSV4 RF) para entrenar, apoyo logístico y comunicación con la fábrica. Pero no sólo eso: "Queremos que Maxi comience a aparecer más", señala Jean Anwandter, gerente de marketing de la empresa, mientras que German Richter, subgerente de motos agrega que de su modelo "el año pasado se vendieron nueve en el año; con Max esperamos subir a 20".
Scheib viajará la próxima semana a Europa para iniciar sus entrenamientos con miras a la primera fecha, en Aragón. Aprilia, 54 veces campeona del mundo, lo espera, con la esperanza de aumentar esa cifra.