Las críticas que el candidato independiente a La Moneda Marco Enríquez-Ominami lanzó esta mañana en CasaPiedra contra Eduardo Frei en el marco del foro de seguridad de la Fundación Paz Ciudadana, también alcanzaron a uno de sus cercanos asesores, el sociólogo Eugenio Tironi.
Cuando en sus intervenciones anteriores ya había arremetido contra el abanderado oficialista por el indulto al narcotraficante Angel Vargas (ver nota asociada), el diputado ex PS aprovechó sus últimos minutos para cuestionarlo también por tener dentro de su equipo de asesores de contenido a Tironi, quien a su vez presta servicios de asesorías comunicacionales a SalcoBrand, una de las cadenas de farmacias acusadas de colusión por la Fiscalía Nacional Económica.
Con Tironi sentado en primera fila, Enríquez lanzó sus dardos. "Asumamos que afuera pasa algo muy distinto a lo que está pasando aquí adentro, que nos pongamos de acuerdo que el delito no debe solamente gastar tinta en las páginas rojas, que reconozcamos que hemos sido insuficientes todos los sentados aquí en el delito de cuello blanco", dijo.
A renglón seguido añadió: "aquí hay candidaturas que tienen prominentes asesores de farmacias que nos podrán ayudar a entender cómo combatimos la colusión y yo quisiera subrayar casos que pasaron piola, casos que no tuvieron un solo preso, como el caso Chispas y el caso farmacias, caso Mirage".
El presidenciable recalcó que con el caso farmacias "no se puede jugar" y tampoco se puede legitimar el lucro en áreas sensibles de la economía que están relacionadas con la salud de las personas.
Tironi fue contratado por SalcoBrand especialmente para enfrentar este caso y las repercusiones comunicacionales que implican para una empresa ser acusada de colusión, hecho que la cadena de farmacias ha negado desde un principio pese al reconocimiento público hecho por Fasa.
El sociólogo, junto a sus ex compañeros del MAPU Oscar Guillermo Garretón y Enrique Correa, entre otros, ya había recibido los dardos de Enríquez. En su documental Los héroes están fatigados (2003), el diputado ex socialista cuestiona duramente la relación que mantienen estas figuras de la Concertación con "los grandes conglomerados industriales del país, la mayoría en manos de los seguidores de Pinochet".