El ex candidato independiente y actual presidente del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, hizo hoy un llamado a reponer el debate en torno a una ley que castigue delitos a la seguridad laboral. Esto, tras conocer la noticia de que los 33 mineros atrapados en la mina San José están vivos, hecho que el ex presidenciable calificó como "un milagro".

"Si el Estado no protege a los trabajadores nadie lo hará. El trabajador se encuentra en condiciones desiguales frente a los dueños de las empresas; y los sindicatos, como queda demostrado en el caso de los mineros de Copiapó, no cuentan con herramientas para exigir sus derechos como corresponde", afirmó.

En esa línea, Enríquez-Ominami recordó que desde enero 2008 permanece archivado en el Congreso un proyecto de ley que presentó junto al entonces diputado socialista Juan Bustos -fallecido en agosto de 2008- que busca perseguir los delitos contra la seguridad de los trabajadores.

"Lo ocurrido en Copiapó no sólo debe ser investigado en profundidad, sino que tiene que generar las condiciones para que los delitos de cuello y corbata que cometen tanto empresarios como funcionarios del Estado sin escrúpulos, no queden impunes", dijo.

El ex presidenciable añadió además que "la mina San José debió cerrarse hace mucho, tal como lo señaló el anterior director de Sernageomin, Anton Hraste. ¿Quién explica, por ejemplo, por qué este director que en 2007 actuó de manera responsable cerrando el yacimiento que atrapó a 33 personas, fuera removido de su puesto? Se habían producido ya accidentes recurrentes, graves y fatales que justificaban el cierre, sin embargo, la decisión de las autoridades fue remover al director del servicio. Eso es incomprensible".

"No puede ser que en decisiones tan delicadas como ésta, primen las utilidades por sobre la vida de las personas. En solidaridad a las familias que sufrieron tanto y durante tantos días, no descansaremos hasta que se aclare completamente lo que aquí ocurrió", finalizó.