Poco antes de las 20 horas de ayer, el entorno del candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, reunido en la sede de la Fundación Progresista, en calle Salvador, pudo expresar por primera vez alivio.

Con más del 60% de las mesas escrutadas, el ex diputado socialista alcanzaba el tercer lugar con un 10,72% de los votos, superando de esta forma por un estrecho margen al independiente Franco Parisi, quien a esa hora misma hora obtenía el 10,26% de los sufragios. La ventaja se ampliaría levemente con los últimos cómputos, dejando al ex diputado con 10,96% a eso de la medianoche.

Con este resultado se disipaba el peor escenario para el líder del PRO, quien postulaba por segunda vez a La Moneda. La posibilidad de salir cuarto, por debajo del candidato independiente, dejaba a Enríquez-Ominami en una frágil posición con miras al 2017.

Lo estrecho de la disputa hizo que el viernes pasado, Marco Enríquez-Ominami preparara junto a algunos de sus asesores más cercanos tres discursos diferentes, dependiendo de los posibles escenarios: si había segunda vuelta y si él era tercero o cuarto.

"Marco se instaló en tercer lugar y no hay dudas que somos la tercera fuerza política del país. Ya no es un voto de protesta", advertía temprano Jaime Parada, jefe de campaña de Enríquez-Ominami, festejando los resultados que demostraban que no había sido errada la decisión de constituir un partido propio.

Más tarde, el presidenciable aprovecharía su discurso para tratar de capitalizar el resultado obtenido con miras a la segunda vuelta. Hace tiempo, Enríquez-Ominami había reconocido que cometió un error el 2009, cuando postergó en demasía una definición frente al balotaje. Esta vez, se acordó entonces, la decisión sería inmediata.

"Nuestra candidata, mi candidata es la asamblea constituyente (...). Mi candidata en segunda vuelta es la educación pública gratuita y no casi gratuita. (...) Y en nombre de la asamblea constituyente es que yo llamo a votar en segunda vuelta por una asamblea constituyente", dijo el ex diputado. Y marcando distancia de Bachelet y su coalición, agregó:  "No votaremos por el duopolio. (...) Quiero decir que yo no marco por la Concertación".

Según transmitían en su comando anoche, ahora ME-O buscará posicionarse presionando al comando de Bachelet y a la Nueva Mayoría para avanzar en una agenda progresista.

En su apuesta por ganar poder de influencia, en el PRO seguían anoche con preocupación el avance de los cómputos parlamentarios. Hasta el cierre de esta edición lograban entrar con un escaño, gracias al resultado de Vlado Mirosevic en Arica.

FUTURO DE PARISI

Por su parte, y pese a salir cuarto, el economista Franco Parisi resaltó el resultado obtenido en la elección presidencial.

A esa hora se había apagado ya la música tropical y bailable que llenaba el local de Guardia Vieja, donde operó el comando, y los rostros de los miembros del equipo del independiente reflejaban más bien resignación, pues hasta poco antes habían alcanzado a ilusionarse con alcanzar el tercer puesto.

"Sacamos apenas un 10%, es bajo, yo aspiraba a más", dijo ayer Parisi al reconocer su derrota.

Aun así, los planes del equipo de Parisi son constituir una fundación, espacio que permita al candidato independiente una plataforma política futura. 

El senador Antonio Horvarth no descarta formar parte de esta fundación, cuyo trabajo va a estar asociado a la creación de un movimiento ciudadano por parte de los jóvenes ligados a la campaña de Parisi.

El candidato independiente y su equipo habían decidido semanas antes dejar en libertad de acción a sus adherentes frente a una segunda vuelta, incluso, varios de los asesores estaban dispuestos a hacer gestos en contra de la abanderada de la Alianza, Evelyn Matthei, molestos por la ofensiva  que protagonizó la ex ministra del Trabajo en su contra.

"Una persona mala como Matthei nunca va a ser presidenta de Chile, dijo Parisi. El candidato independiente  felicitó a Bachelet. "Saludos a la señora Bachelet, es una dama", remarcó.