Como "un acto de provocación" calificó el presidente del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, el homenaje a Augusto Pinochet organizado por la Corporación 11 de Septiembre, que se realizó ayer en el Teatro Caupolicán..
Enríquez-Ominami dijo que si bien "es lógico que exista libertad para reunirse y celebrar causas que convoquen a cualquier grupo de personas, debemos ser capaces de trazar límites".
"Celebrar situaciones que involucraron crímenes de lesa humanidad está más allá de lo natural y permisible en cualquier sociedad moderna", manifestó.
Respecto de los enfrentamientos ocurridos en las afueras del teatro, el ex candidato presidencial aseveró que "el pueblo chileno siempre ha sido valiente al expresar sus ideales libertarios y esta vez no fue la excepción".
"Una gran mayoría llegó a expresar en forma pacífica su reprobación a este lamentable evento, pero una vez más se encontró con una policía hiperventilada que se mostró extraordinariamente dura para reprimir a los manifestantes y sorprendentemente ineficaz para siquiera identificar a gente que salió disparando balazos al aire desde el Teatro Caupolicán", denunció Ominami.
Junto con ello, Ominami cuestionó la reacción de las autoridades, aseverando que "de este gobierno disociado, lamentablemente no podemos esperar más. Por un lado muestran la cara de demócratas renovados gracias a que durante años han desarrollado una silenciosa campaña para borrar su pasado dictatorial, y por otra parte no son capaces de siquiera condenar un acto como del de ayer de homenaje a un tirano y genocida, escudándose en una lógica leguleya de segunda orden".
Finalmente, el timonel del PRO planteó que "si el actual sistema no permite impedir actos de este tipo, es porque ellos mismos no prestaron los votos en el Congreso cuando se quiso poner límite a este tipo de situaciones".