Luego que ayer Magdalena Piñera Morel, hija del abanderado de la Coalición por el Cambio Sebastián Piñera, pusiese en su cuenta Twitter un link a una entrevista que se le hizo a Marco Enríquez-Ominami hace seis años, en donde afirmaba que ser chileno era una tragedia, el candidato presidencial independiente señaló que si bien la chilenidad es un tema que le ha significado muchísimo dolor, hoy sus dichos en la revista Cosas en 2003, ya no lo representan. 

"Lo que veo en esta falsa polémica es un interés solapado de comenzar una guerra sucia y de arrastrar un debate falso", dijo Enríquez-Ominami indicando que para él, la nacionalidad no fue adquirida, fue una conquista.

"Yo estoy reconciliado con mis miedos y mis dolores (...) Quizás mi chilenidad es doblemente valiosa pues nace desde la convicción y desde el amor a este país". Además, agregó que de los tres candidatos presidenciables, probablemente él sea el más chileno, pues a diferencias de los otros dos "no tengo relación incestuosa con el pasado".

En la misma línea, indicó que esa entrevista ya no lo representa y, como una forma de explicar sus dichos anteriores, dijo que en esos años había una cierta impotencia previa "porque sentía que nos quedábamos todos impotentes frente a un tema que a mÍ me parece relevante (...) a mÍ me parece que ser chileno es mucho más que tener un pasaporte, significa hacerse cargo de que hoy en día nuestra identidad nacional es compleja, que hoy día a esta misma hora hay un conjunto de chilenos que viven en la más ignominiosa pobreza", instando a los electores a juzgar por los proyectos de gobierno.

Del mismo modo, manifestó que la ciudadanía tendrá que evaluar "quiénes en el pasado fueron cómplices de lo más malo y de lo mejor, quiénes, a través de sus declaraciones, participaron por ejemplo, de operaciones políticas que fueron bastante feas y quiénes en el pasado fueron cómplices de la impunidad y del divorcio entre los chilenos".

Junto con esto, Enríquez instó a sus dos contendores a revelar quién les financia las campañas, detallando que en su caso particular, $40 millones provienen de los proveedores, $110 millones son préstamos personales de políticos que lo apoyan y el resto son aportes valorizados en $50 millones.

A renglón seguido, afirmó en entrevista con TVN, que los otros dos candidatos no quieren "jugar a la verdad, porque no pueden decir que representan generalmente a intereses corporativos".

Respecto al mensaje que impulsan desde su comando sobre que Enríquez-Ominami representaría la verdadera continuidad de la Presidenta Bachelet, el postulante a La Moneda fundamentó que es un retroceso para Chile que vuelva a gobernar quien fue el Presidente "más conservador de los últimos 20 años, y cuyo gobierno fue en el que menos se avanzó en las libertades civiles, negándose por ejemplo, a legislar sobre el divorcio".

Para finalizar, señaló que la Concertación, "que fue creada como un espacio multicultural de deliberación, se perdió, y calificó la situación en la que se encuentra hoy como "dramática", argumentando que "en la coalición se niegan a hacer primarias y echan a cualquier funcionario público si osa a tener un candidato distinto que el abanderado oficialista, Eduardo Frei".