"Fue un año muy duro. Al principio caminaba por las calles con paranoia. Sentía que la gente me podía mirar y decir cosas. Yo prefería no hablar con nadie, porque no sabía cómo iban a reaccionar, pero también quería poder decir a todos que era inocente", relata el australiano Gatis Oskars Puide, el ex entrenador de rugby del equipo Old Mack's de Reñaca, tras ser absuelto de almacenamiento de pornografía infantil que se le imputó en agosto de 2008, luego de que se hallara en su computador un archivo con imágenes de supuestas menores, de alto contenido sexual.
Por eso, tras la investigación del caso, que duró un año, Puide espera retomar su vida normal, dejar de firmar en el tribunal semanalmente y recuperar su pasaporte. Apenas lo haga, dice, visitará a su familia en Australia, pero sólo temporalmente, pues planea establecerse en Chile y casarse en noviembre. "El rugby es lo que hago. Es parte de mi vida. Creo que va a ser difícil encontrar un trabajo con todo lo que ha pasado, pero estoy abierto a todas las oportunidades. Quiero dejar esto atrás". Desde que fue desvinculado del Colegio Mackay, Puide se mantuvo gracias a ahorros y traducciones.
El miércoles ya se sabía del fallo absolutorio que se leyó ayer en el Tribunal Oral de Viña del Mar. Por eso, estando en el frontis del colegio, el ex entrenador no paraba de ser felicitado. "Qué bueno que se hizo justicia", le dijo una apoderada. Puide recuerda que había evitado acercarse al lugar desde el 8 de agosto de 2008, cuando cuatro policías llegaron hasta su departamento, en Jardín del Mar, y le pidieron revisar su computador, pues tenían antecedentes de que allí se alojaban archivos ligados a la Operación Viena, un procedimiento internacional que rastreó descargas realizadas en sitios de pedofilia.
"Les dije que revisaran, que tenía un notebook que usaba permanentemente y un computador estacionario, que había dejado de usar porque tenía virus, pero que había usado mucha gente que me visitó". Fue en el último donde se hallaron las pruebas: un archivo con 50 fotografías y tres videos de supuestas menores de 18 años. Los policías que declararon en el juicio relataron que Puide reaccionó con sorpresa. "Fue como un shock, me mostraron las imágenes, pero como que no las vi. Hasta ese minuto, yo pensaba que estaba colaborando con una investigación, pero luego entendí que necesitaría un abogado", sostiene.
No se equivocó. Estuvo detenido una noche y fue formalizado al día siguiente. A esas alturas, el colegio ya lo había suspendido de sus funciones.
Dos meses antes, "Gus", como lo llaman sus amigos, se había comprometido en matrimonio. Debió suspender tres veces el enlace y empezar una terapia sicológica que se prolongó 11 meses. En diciembre del año pasado, su contrato como "coach" no fue renovado. Puide afirma que perdió a la mitad de sus amigos.
Ayer, el tribunal confirmó en su sentencia que no se hallaron pruebas para condenarlo, que había "falta de antecedentes suficientes que permitan concluir que haya sido el acusado quien almacenó dicho material, ni menos aún que dicho almacenamiento haya sido malicioso", dice la sentencia.
El abogado del australiano, Rodrigo Bustos, dijo que ellos sólo se explican la existencia del material pornográfico, por la acción de un tercero o un hacker, que en forma remota haya podido tomar el control del computador y descargado los archivos "en forma oculta, a través de un spam".