A comienzos de los 90 se conocieron los primeros casos de pacientes enfermos de cáncer que decían que sus perros supieron antes que ellos sobre su mal. Entonces un investigador reportaba que un perro mostró especial interés por una lesión cutánea, la cual resultó ser cáncer de piel.
Desde entonces se comenzaron a realizar una serie de estudios en los que incluso, estos animales han mostrado mejores resultados que los propios exámenes médicos.
En la actualidad, en Inglaterra se entrenan perros para distinguir cáncer de vejiga, también se han dado casos en que identifican tumores en riñones y cáncer en piel. En todos estos casos, son los perros de raza coker spaniel los que han conseguido los mejores resultados.
Los científicos creen que el cáncer genera olores distintivos que son irreconocibles para el hombre, pero sí puede ser captado por los perros que tienen un olfato mucho más sensibles. Una de las explicaciones es que los enfermos de cáncer presentan niveles anormales de proteínas en la orina y en la sangre, cuestión que sería detectada por los canes a través del olfato.
En Inglaterra llevaron a cabo un experimento durante siete meses en el que entrenaron a perros de diferentes razas para que distingan el cáncer de vejiga a partir de muestras de orina. Los resultados fueron publicados en la revista British Medical Journal, donde se da cuenta que perros fueron capaces de reaccionar ante las muestras de pacientes con cáncer en 22 de 54 muestras, cuestión que es difícil de realizar con estudios regulares.
Incluso, en este estudio, a los científicos les llamó la atención que uno de los perros insistiera en una mustra que ellos consideraban libre de cáncer, pero al hacer nuevas pruebas, identificaron un incipiente tumor de riñón.
Los químicos esperan que con este descubrimiento puedan identificar la gama de olores que detectan los perros para poder crear un dispositivo que facilite la detección del cáncer.