Hace tiempo que dejaron de ser sólo mascotas. Los perros, cuyo olfato les permite ser entrenados para detectar drogas, explosivos en lugares públicos y células cancerígenas en humanos, ahora comenzarán a ser adiestrados para se el mejor compañero de las personas diabéticas.
Esto luego de un estudio realizado por la Universidad Queen de Belfast, Inglaterra, en el cual se indicó que en el 65% de los casos, los canes habían reaccionado con ladridos, gemidos o corriendo cuando sus amos diabéticos e insulinodependientes presentaban episodios hipoglucémicos.
De allí surgió el interés del centro de investigación canino de Cáncer y Biodetección de Aylesbury, Inglaterra, donde los entrenadores ya han puesto en práctica los hallazgos y han logrado entrenar a 17 perros de rescate que serán puestos a prueba con enfermos, particularmente con niños que por lo general no saben reconocer los síntomas de la baja de glucosa.
El primer animal entrenado para estos fines se llama Tinker y cuando su dueño tenía niveles de azúcar que lo tenían a punto de desmayarse, se sentaba a su lado a jadear o bien a lamer su cara. Los investigadores esperan que en 15 años más existan "narices artificales" capaces de realizar la misma acción.