Marina Silva es una de las figuras políticas más populares en Brasil. Desde la década del 80 ha sido una de las principales líderes de los ecologistas, algo que la llevó a que Lula la nombrara ministra de Medioambiente durante su gobierno. Silva trabajó recolectando caucho en su infancia, fue alfabetizada a los 14 años, militó en el Partido Revolucionario Comunista y en 1985 ingresó al oficialista Partido de los Trabajadores. Desde entonces fue concejala, diputada y senadora por el estado amazónico de Acre. Hasta que pasó a la oposición y en 2010 sorprendió al obtener un sorpresivo 19% en las elecciones presidenciales. De visita en Chile, Silva -que en los comicios de octubre postula a la vicepresidencia en la fórmula de Eduardo Campos- dio una conferencia sobre desarrollo sustentable en la U. Santo Tomás y habló con La Tercera.

¿Cómo se explican las protestas sociales que se han visto en Brasil antes del Mundial de Fútbol?

Las manifestaciones no son distintas a las que se dieron en Chile, con jóvenes protestando por educación. En su momento, yo dije que en Brasil esto era cuestión de tiempo y que pasaría lo mismo. Hay una demanda muy fuerte por lograr un protagonismo político de parte de la sociedad, más que todo de la juventud. Yo no deseo que a la selección no le vaya bien para así conseguir una ventaja política. Quisiera que las cosas ocurran de la mejor manera posible para Brasil. Pero, lamentablemente, tenemos problemas. El 46% de las obras, según los informes de los expertos, no están terminadas. El principal problema tiene que ver con algo a lo que se le hizo demasiada propaganda en un inicio: que el Mundial y los JJ.OO. dejarían un legado a Brasil, en agenda ambiental, movilidad urbana y seguridad. La población identifica esto como puntos precarios. Hay insatisfacción, porque hay una gran cantidad de recursos que habían sido prometidos.

No quisiera que pasen cosas negativas para tener beneficios políticos. La población brasileña siente que las cosas no van bien. Y buscan cambios que signifiquen mejoras en la calidad de vida. Con un bajo crecimiento y aumento de la inflación y la tasa de interés, se genera una dificultad mucho más grande. Espero que, al final, los brasileños puedan elegir un proyecto capaz de renovar la política que pueda establecer una agenda de mediano y largo plazo con perspectiva de crecimiento, manteniendo las conquistas sociales y con protección ambiental y un cambio en el modelo de desarrollo.

Una encuesta de Datafolha mostró que Lula tiene más apoyo que Dilma Rousseff como candidato.

Lula dejó el gobierno muy bien en términos de aprobación y es un líder indiscutido. Infelizmente, su sucesora no fue capaz de dar continuidad a la política de su propio partido. El gobierno que reemplazó a Lula y los errores cometidos generan una insatisfacción muy grande. Incluso, denuncias constantes de corrupción que ya venían del gobierno anterior. Pero Lula tiene una dificultad para volver. El fue quien eligió a Dilma, que nunca había participado en una elección. Si la reemplaza tendrá que admitir que cometió un error, sugiriendo a una persona que no tenía la competencia política para manejar un país como Brasil. La otra dificultad es que la situación en 2015 será difícil y se podrían tomar medidas muy duras y entonces, Lula tendría que enfrentar eso y correría demasiados riesgos.

En 2010, su candidatura presidencial obtuvo 19%. ¿Por qué ahora es candidata a la vicepresidencia y no a la presidencia?

Hubo una acción política en Brasil por parte del gobierno, para que no se creara el partido Rede Sustentabilidade, del cual soy miembro. Se nos negó el registro político, diciendo que no había la cantidad de firmas suficientes para que se registrara el partido, pero eso no es verdad.

¿De qué manera podría aumentar su respaldo electoral?

Las últimas encuestas que se hicieron poniendo mi nombre como posible carta presidencial me daban 27% de intención de voto. Los electores brasileños tienen muchas ganas de un cambio. Hay que conquistar la confianza de los electores para que sepan que es posible un Brasil mejor, con salud, seguridad y buena educación.