Por las eliminatorias, Chile derrotó 2-0 a Uruguay en el Estadio Nacional. Pero no sólo en resultado quedará en el recuerdo de los hinchas, sino también el puñetazo que el oriental Luis Suárez le propinó a Gonzalo Jara, jugada que de haber sido vista por el árbitro Néstor Pitana hubiera terminado con tarjeta roja para el "oriental".
Además, el zaguero de Nottingham Forest recibió una fuerte patada por el propio delantero de Liverpool.
Estos episodios hacen recordar otras ocasiones en que la violencia se convirtió en protagonistas de partidos que vincularon a estas selecciones en distintas categorías. Ya sea por agresiones o bien por descalificadoras faltas.
Jugador de Peñarol fue detenido por una patada
El 12 de agosto de 1999, en Santa Laura, la Selección Chilena Sub 23 se preparaba para el torneo preolímpico de Londrina, en Brasil, en busca de un boleto para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. El rival era Peñarol de Uruguay.
En medio de una gresca en la mitad del campo de juego, el charrúa Joe Bizera propinó un puntapié al árbitro Cristián Lemus. Por este motivo, el oriental pasó un par de días detenido. Incluso, estuvo con orden de arraigo que el juez terminó levantando. "Si me las pidiera (disculpas), no se las daría", dijo Lemus en la época.
Juveniles también pelean
Corría 1997 y la Sub 17 de Chile se preparaba con miras al Mundial de Egipto de ese año. En Santa Laura, la "Roja" chica se medía ante Uruguay. Según reportes de la época, el origen fue un manotazo que Iván Alvarez le propinó al charrúa Damián Macaluso. "Me escupió cuando me fui a despedir. Ellos nos provocaron. Ya nos habló el `profe' (Wladimir Bigorra) y nos dijo que diéramos vuelta la página, que nos concentremos en el Mundial"
Expulsión en la final de Copa América
En Buenos Aires se jugaba la final de Copa América de 1987. Y cuando el partido llevaba pocos minutos, el defensa chileno Eduardo Gómez se fue expulsado por propinar una descalificadora patada a Enzo Francescoli.
A partir de ese momento, las cosas se le complicaron a la escuadra nacional, que terminó perdiendo 1-0 en la última ocasión en que ha podido disputar el duelo decisivo del torneo continental.
Casi todos con tarjeta roja
Se jugaba en Santa Laura un duelo amistoso entre las selecciones adultas de Chile y Uruguay, por la copa Juan Pinto Durán. En ese partido, un discutido cobro del árbitro Sergio Vásquez desató los incidentes y agresiones entre jugadores de ambos elencos.
Al respecto, el juez no encontró nada mejor que expulsar a todos los que participaron en los incidentes. Es decir, a 19 de los 22 futbolistas. Sólo se salvaron el arquero oriental, su colega chileno Adolfo Nef, y el delanter nacional Víctor "Pelusa" Pizarro.
Otra vez Enzo Francescoli fue la víctima oriental de la violencia. Fue en las clasificatorias rumbo a Francia 1998 cuando Luis Chavarría lo mandó a camarines anticipadamente, producto de una violenta entrada en una jugada que parecía intrascendente.