"Hasta el tercer chukker, íbamos bien. Después, no sé qué pasó. Nos distrajimos con la marcación, tratamos de jugar, pero Chile volvió más fuerte en la segunda mitad del partido, mejoraron su marca". El resumen es perfecto reflejo de lo que pasó ayer en el San Cristóbal, y pertenece a Joao Novais, figura del equipo brasileño, que no pudo ante la arremetida de la Roja al final.

Había desazón en su palenque. Mientras, a metros, el de Chile reventaba de alegría. Pero también de frío análisis. Uno de los coaches, Alejandro Vial, comentó que "jugamos tan mal ante Pakistán… Lo de hoy (ayer) es Chile. Los muchachos se concentraron, jugaron al polo, que es lo que saben hacer".

Razón la de Vial, quien fuera jugador en el título de Chile en México 2008. La soltura del equipo chileno contrastó con el cuadro nervioso, que terminó regalándole empates en el tiempo reglamentario a sus rivales de la primera ronda.

Los jugadores nacionales, por su parte, sólo supieron de risas, abrazos, felicitaciones y parabienes. Les corresponde.

"La victoria de hoy se logró gracias a un trabajo de equipo. Nuestra estrategia fue siempre salir a apretar, estar uno contra uno, y las cosas resultaron", comenta José Miguel Pereira, titular de la victoria nacional.

Pero el héroe del día, seguramente, debe haber sido Felipe Vercellino. No fue perfecta su jornada, porque no acertó todas las oportunidades que tuvo de marcar con los penales, pero sí dio con los mimbres en buena parte. Lo suficiente para dar la confianza de que el triunfo era posible. "La clave fue mantener la calma", señala el polista internacional, reconociendo que, en los duelos previos, los nervios jugaron en contra de Chile. "En un momento íbamos perdiendo, es cierto, y por tres goles. Pero los partidos son largos. Ellos se vienen encima, y después nos fuimos nosotros encima. Supimos aprovechar las oportunidades", resumió Vercellino, primo de Romano, otro mundialista de 2008.

"Un rival tremendo"

Sobre Estados Unidos, el rival de hoy en la final de las cinco de la tarde, el goleador del compromiso manifestó que "los norteamericanos tienen un equipo muy duro, que juega muy ordenado. Es un rival durísimo", analiza Vercellino.

Oscureciendo, las celebraciones terminaban. El equipo iba a revisar videos de los norteamericanos. Los habían visto en la cancha también. "Estados Unidos es un tremendo equipo. Tremendo", sentencia -lacónico- Pereira. Dice poco, pero saludar a los petiseros era más importante, porque el de ayer fue un triunfo de todo el equipo.