Más de 60 expertos internacionales comenzaron hoy a inspeccionar los restos del vuelo MH17 y a recuperar más cadáveres en la zona donde se estrelló el avión, aunque la situación es inestable porque los separatistas no aceptan la presencia de una fuerza extranjera armada en el lugar.

Dos semanas después de que el avión se estrellara, consiguió llegar a la zona el grupo hasta ahora más grande de especialistas, informó el portavoz de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) Michael Bociurkiv en Kiev. El grupo se trasladó con 14 vehículos todoterreno a Grabovo, indicó. 

Además de 10 observadores de la OSCE hay unos 50 expertos australianos y holandeses. Estos últimos comenzaron a retirar los restos de las víctimas que aún permanecen en el lugar. Se estima que hay decenas de cadáveres que no han podido ser recuperados. La OSCE explicó que se usarán también perros para localizar los restos humanos.

Por su parte, los separatistas se comprometieron a permitir el acceso sin restricciones de los investigadores internacionales, anunció el ex presidente ucraniano Leonid Kuchma, quien actuó como mediador en Minsk entre ambas partes en un encuentro el jueves.

En la negociación se pactó asimismo el intercambio de 20 prisioneros. "Los hombres serán liberados en breve", dijo hoy Kuchma en Kiev. 

El Boeing, en el que iban 298 personas, se estrelló el 17 de julio y se acusa a los rebeldes prorrusos de haberlo derribado con un misil. Los forenses pudieron llegar el jueves por primera vez al lugar tras días de intentos fallidos por los intensos combates entre los separatistas prorrusos y las fuerzas del gobierno ucraniano.

En nuevos combates hubo hoy numerosos muertos. Al menos 10 soldados ucranianos murieron en un ataque de los rebeldes prorrusos contra un convoy cuando se trasladaban cerca del lugar donde se estrelló el vuelo de Malaysia Airlines. Cuatro separatistas murieron en el asalto, según el portavoz militar Alexei Dmitrashkovski.

La columna de militares fue atacada en una emboscada cerca de la localidad de Shajtiorsk, en el este de la región del Donetsk, un bastión rebelde donde ha habido numerosos combates en los últimos días.

En los enfrentamientos murieron además hoy en Lugansk al menos cinco civiles que quedaron atrapados entre los frentes.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, firmó dos importantes acuerdos que permiten a Australia y Holanda enviar a la zona de la catástrofe del avión una tropas armada que proteja a los investigadores. En total ambos países podrán enviar temporalmente a 950 soldados y expertos al lugar.

Sin embargo, los separatistas criticaron la medida. "Esto es una intervención militar a la que opondremos resistencia", amenazó el líder rebelde Andrei Purgin en Donetsk.

Holanda lidera la misión en Grabovo porque 193 de las 298 víctimas eran de esa nacionalidad. Otros 28 muertos eran australianos.