Un equipo especial de Carabineros -compuesto por más de 250 efectivos- se conformó en las últimas horas para capturar al presunto autor del asesinato del subteniente Daniel Silva Rodríguez (27), abatido el jueves, durante una balacera en Macul.
El principal sospechoso, identificado como Marcial Antonio Berríos Díaz (41), registra condenas por robo con violencia e intimidación, maltrato de obra a carabinero, hurtos y conducción en estado de ebriedad.
El alto mando de Carabineros designó al general Eliecer Solar, jefe de la Zona Metropolitana; al general Rodolfo Pacheco, jefe de la Zona Santiago Oeste, y al general Víctor Herrera, jefe de la Zona Santiago Este, para coordinar su captura. "Es prioridad uno de la institución", según fuentes uniformadas. La misión recayó en personal de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de cada comisaría de Santiago y del OS-9. También se alertó a unidades del sur del país, y en la capital la búsqueda se centró en la población Santa Julia -con allanamientos- y en el sector oeste.
PRESUNTO HOMICIDA
El subteniente Silva murió tras recibir un disparo en la cabeza durante el robo a la Caja de Compensación Los Héroes, en Macul. Premunidos de pistolas de 9 mm, un revólver .45 y un lanzallamas artesanal, tres asaltantes robaron $ 16,7 millones. En la huida se enfrentaron con la policía y uno resultó herido. Dos fueron detenidos en una fábrica aledaña a la sucursal: José Miguel Muñoz Parada (45) y Jaime Jorquera Ibarra (49). El primero -herido a bala- era buscado por "quebrantar" el beneficio de salida diaria, concedido por Gendarmería (ver secundaria). Jaime Jorquera, en tanto, recibió reducción de condena por "buena conducta".
Ambos cumplieron condena en Colina I y registran prontuario por delitos violentos. El nombre del tercer sospechoso, Marcial Berríos Díaz, surgió tras un análisis de inteligencia que estableció que también cumplió condena en Colina I. Ahí comenzaron a generar los vínculos entre ellos. En diciembre de 2012, según Gendarmería, recibió la rebaja de su condena por robo con intimidación. Las sospechas de su participación crecieron al revisar videos de seguridad y tras el relato de testigos, que lo describieron como una persona "robusta, de 1,85 metros y de tez blanca". La policía, además, lo habría detectado en un terminal de buses intentando comprar pasajes, pero la transacción habría fracasado luego de que el operario llamara a la policía.
El fiscal Felipe Sepúlveda dijo que el "prófugo fue la persona que materialmente ejecutó el homicidio del carabinero. Vale decir, el que le disparó". La fiscalía formalizó a Jaime Jorquera -quien quedó en prisión preventiva- por robo con homicidio y receptación. El imputado denunció a Carabineros por supuestas agresiones durante su arresto, lo que será indagado por la Fiscalía Militar. Hoy, la fiscalía formalizará por los mismos delitos a José Muñoz, internado en el Hospital Luis Tisné. Por su parte, el padre del oficial abatido, Juan Silva, presentó ayer una querella.
En la iglesia San Francisco de Borja, familiares y autoridades políticas y policiales participaron de un responso. Juan Silva, hermano del oficial, sostuvo que "no siento rencor con nadie, sería darles demasiado énfasis a estos tipos".
Desde el templo, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, señaló que la muerte del carabinero "no tiene justificación" y llamó a "hacer de las cárceles un lugar de rehabilitación" .