Dos días después de ser electo como Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya comenzó a trabajar en lo que será su gestión una vez que asuma el cargo el próximo 20 de enero. Ayer, el mismo día en que se reunió con el Presidente Barack Obama en la Casa Blanca, inauguró el renovado sitio web greatagain.gov que detalla las prioridades de su gobierno y en el apartado sobre Inmigración coloca como primer punto "construir un muro en la frontera". Incluso, el diario The Wall Street Journal, aseguró que los encargados de llevar adelante el proceso de transición ya formaron una unidad que se encuentra estudiando cómo el empresario va a cumplir la promesa de levantar esa barrera para evitar la inmigración ilegal.

Estados Unidos y México comparten una frontera de 3.145 kilómetros. Según el diario Excelsior, el primer muro fue construido en 1990 en la frontera de San Diego, California, en un intento por frenar el cruce de inmigrantes por esa zona, que hasta entonces había sido el de mayor tránsito de indocumentados. Desde ese año, Estados Unidos ha construido en diferentes etapas unos 1.050 kilómetros de muros y cercas, que cubren el 33.3% del total de la frontera. Las barreras han sido construidas con diferentes estilos y materiales, incluidos los denominados muros para peatones edificados a base de planchas metálicas, otros con malla reforzada y unos con tubos de acero de cinco centímetros de diámetro.

En el nuevo sitio sobre el gobierno de transición Trump también insiste entre otros puntos que suspenderá "la emisión de visas a lugares donde no se pueda realizar una selección adecuada" y aplicará "tolerancia cero para criminales extranjeros".

Considerando lo anterior, la agencia de corredores e investigación Bernstein Research realizó un estudio en el que examina los costos de la muralla. El informe, que fue citado por la revista The Economist, señala que si bien la frontera se extiende por más de tres mil kilómetros la muralla no debe tener esa dimensión debido a que existen barreras naturales, como Río Grande. Si se considera un muro de una longitud de 1.600 kilómetros y 12 metros de alto, Bernstein supone que va a requerir US$ 711 millones en concreto y US$ 240 millones en cemento. Si se incluye la mano de obra, el costo total sería de entre US$ 15 mil millones y US$ 25 mil millones. Más de los US$ 10 mil millones que había sugerido Trump.

El reporte dice que no es económicamente factible transportar cemento y concreto en grandes distancias, así que es probable que los mayores beneficiados sean las fábricas ubicadas como máximo a 300 kilómetros de la frontera. Estados Unidos tiene muchas más fábricas y yacimientos de caliza que México, aunque Trump ha insistido que la muralla se construirá con dinero mexicano. Cemex, es unas de las empresas de ese país que tiene casi la mitad de los yacimientos cerca de la frontera, por lo que es probable que pueda tener ganancias.

El estudio dice que la muralla puede asemejarse a la que se construyó para separar Israel de Cisjordania y que fue diseñada usando paneles de concreto.

Un sondeo de NBC News reveló ayer que un 68% de los votantes hispanos y 46% de blancos no hispanos se oponen a la construcción del muro.

La canciller mexicana, Claudia Ruiz insistió el miércoles que no van a pagar por el muro, un punto central de los discursos de Trump durante la campaña. El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, llamó al empresario para felicitarlo y acordaron reunirse en este proceso de transición.

Trump se reunió ayer con el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y le aseguró que luego de asumir va a avanzar muy rápido en los asuntos de inmigración.

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