En mayo de 2008, Dmitri Medvedev asumió la Presidencia de Rusia, mientras que su antecesor, Vladimir Putin, quedó como primer ministro. Para muchos, se trató de una maniobra estratégica del actual mandatario ruso para conservar el poder. Algo similar, aunque con un matiz distinto, está haciendo el premier de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien ganó las elecciones presidenciales del domingo con un 51,9%.
El plan de Erdogan, en la línea de Putin, le resultó a la perfección. Tras 11 años como primer ministro (2003-2014), ahora el líder turco será Presidente, pero a diferencia de lo que ocurrió en Rusia con Putin, Erdogan -un islamista moderado- quiere transformar a su país en un régimen presidencialista. ¿Su plan? Pretende gobernar hasta 2023, para superar al primer Presidente de la República de Turquía, Mustafá Kemal Ataturk (1923-1938). Incluso, Erdogan "bromeó" al señalar que quiere quedarse hasta el año 2071.
Tras las elecciones, Erdogan y su conglomerado, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), comenzaron a buscar nombres. Según The Associated Press, hasta anoche no había surgido un claro favorito, pero se discutió la alternativa del actual ministro de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, y dos viceprimer ministros. Pero tampoco se descartaba que fuese Abdullah Gül, el presidente saliente y cofundador del AKP. El nuevo primer ministro será designado el 27 de agosto.
Así, Erdogan, al igual que su par de Hungría, Viktor Orban, quien abandonó la democracia liberal para adoptar el "putinismo", concepto que acoge las ideas y las políticas de Putin, está replicando un modelo similar al ruso.
Erdogan ha sido acusado por turcos seculares de dilapidar la herencia de Ataturk con la gradual islamización del país y de convertirse en una figura polarizadora. Este descontento quedó en evidencia durante las protestas de 2013. Sin embargo, el domingo se demostró que su alta popularidad acalla las críticas.
De acuerdo con la agencia France Presse, "Erdogan aspira a quedar en la historia como Ataturk, con sus ambiciosos proyectos de infraestructura, que incluyen un nuevo canal en Estambul, un tercer aeropuerto y una red ferrocarril de alta velocidad en todo el país.
Erdogan busca reforzar su poder y gobernar hasta 2023 en Turquía