Nueve meses después de desbaratar un intento de golpe de Estado, el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, vive momentos cruciales para su gobierno y se está jugando todas las cartas en el referendo constitucional de hoy, que de aprobarse podría permitirle reforzar su poder y perpetuarse al mando del país hasta 2029.

Para sus partidarios, la reforma es necesaria para garantizar la estabilidad en la cúpula del Estado, pero sus detractores denuncian un texto redactado a medida para el actual Presidente, acusado de inclinarse cada vez más al autoritarismo.

El texto de la reforma prevé cambiar el actual sistema semipresidencial y transferir gran parte del Poder Ejecutivo al Presidente Erdogan, quien tendrá carta libre para conformar su gabinete. También podrá designar a uno o varios Vicepresidentes, mientras que el cargo de primer ministro, actualmente ocupado por Binali Yildirim, desaparecerá.

Además, el jefe de Estado podrá escoger directa o indirectamente a seis miembros del Alto Consejo de Jueces y fiscales (HSYK), responsable de nombrar y destituir al personal del sistema judicial. En tanto, el Parlamento escogerá a siete.

Por otro lado, el Presidente será quien decidirá imponer o no el estado de emergencia antes de someter la moción al Parlamento. Este podrá luego decidir acortarlo, prorrogarlo o suspenderlo.

El número de diputados pasará de 550 a 600 y la edad mínima para ser diputado se reducirá de 25 a 18 años.

El proyecto establece que el Presidente será elegido por un mandato de cinco años, renovables una vez.

Erdogan, de 63 años, fue elegido en agosto de 2014, después de estar 12 años en el cargo de primer ministro. No se tendrá en cuenta el mandato actual cuando se adopte el nuevo sistema. Así, podría así permanecer en la jefatura del Estado hasta 2029.

Los sondeos señalan que el "sí" a la reforma y el "no" al sistema presidencialista que impulsa el jefe del Estado están prácticamente empatados, con quizás solo medio punto de diferencia. Al mismo tiempo, un importante sector de la población turca se declara "indecisa".

En todo caso, desde la llegada al poder en 2002 de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), el mandatario se ha enfrentado a una decena de procesos electorales y los ha ganado todos.

Según la agencia France Presse, los ultranacionalistas turcos son los que tienen la llave del referendo. Esto luego que "Erdogan haya tratado de ganárselos por todos los medios, alzando el tono contra Europa, endureciendo la represión contra los círculos prokurdos y relanzando el debate sobre la pena de muerte".