Un área que alberga el hábitat de la población de huemules más austral de Chile y un sitio privilegiado para avistar a las ballenas jorobadas eligió Andrés Ergas, fundador de la empresa Nomads, para su nuevo proyecto.
Se trata de un predio de 22 mil hectáreas adquirido el año pasado en Lago Caballero, XII Región: un área vecina a la marina costera protegida Francisco Coloane, en Magallanes, considerada de un gran potencial ecoturístico y que hasta ahora no había sido explotada.
La firma Nomads -dueña del barco Atmosphere, que efectúa recorridos en los fiordos de la Patagonia para clientes que pagan hasta US$ 500 mil por viajes sin un recorrido preestablecido- se contactó con la Fundación Biomar y la consultora Chileambiente para trabajar en un futuro plan de manejo del sitio. Esta firma elaboró los programas de manejo de los parques Pumalín y Tantauco.
Patricio Rodrigo, director ejecutivo de Chileambiente, explica que la meta de la compañía es "desarrollar un proyecto de conservación del huemul en el predio, lo que es un aporte para toda la Región de Magallanes".
Esta primavera y durante 2010 se va a desarrollar una campaña en terreno por parte de expertos de universidades. Estos viajes servirán para caracterizar la población de huemules y proponer prácticas para protegerlos. Rodrigo añade que la idea es desarrollar una actividad turística sustentable, que podría ser realizada por la empresa.
A esto se sumará el contar con un predio con potencial para convertirse en un embarcadero clave en los viajes del Atmosphere, un buque equipado con helicópteros, zodiacs Hurricane, jet boats y kayaks, y donde la mayoría de los clientes son extranjeros, incluyendo actores de Hollywood como Michael Keaton y el empresario Gustavo Cisneros.
EN MEDIO DE PARQUES
El predio adquirido por la firma está situado en un lugar importante en cuanto a su biodiversidad.
Sergio Cornejo, coordinador del proyecto del área marina Francisco Coloane (de 67 mil hectáreas costeras y terrestres), sostiene que, entre los valores de este sector, están la presencia de ventisqueros, glaciares, bosque nativo y fauna protegida.
Dice que uno de los mayores atractivos es avistar ballenas jorobadas, colonias de lobos marinos y pingüinos de Magallanes. "Debido a ello, es positivo que los vecinos del área protejan la zona", plantea. Por ahora se está realizando un plan de manejo turístico para determinar su potencial.
Gonzalo Badal, de la Fundación Biomar, dice que la idea es que el proyecto privado "también genere un turismo marino sustentable en la zona", vecina de otros puntos de turismo austral: la Reserva Alacalufes y parte de Isla Riesco.