El defensor Eros Pérez confirmó su retiro anticipado del fútbol producto de la detección de una espondilolistesis, es decir, el desplazamiento de las vértebras 3 y 4 de la columna. Hace casi dos semanas, el actual jugador de Ñublense acusó  molestias tras un entrenamiento.

"Desperté con la pierna dormida y sentía poca movilidad en los dedos. Entrené, pero se me dormían los glúteos y las piernas. Hice diez minutos de fútbol con dolores en la espalda. Pensaron que era una falsa ciática. Una semana después volví a entrenar con dolor. Me practicaron nuevos exámenes y, con los informes, viajé a Santiago", explicó el ex jugador de Palestino, San Felipe y Universidad Católica.

En la clínica Meds lo atendieron los traumatólogos Roberto Yáñez y Jorge Cheyre. El diagnóstico fue categórico. "Me dijeron que cualquier golpe podría dejarme inválido. Fue fuerte, pero es así. Me sentía bien. En las mediciones físicas siempre estaba entre los primeros. Pensaba jugar unos años más. A mi hijo le decía que quería pillar a Jaime Riveros", añade.

Ya asumida su situación, Pérez se proyecta en una nueva función en el fútbol. "Me gustaría dedicarme a alguna gerencia deportiva o a ejercer como coordinador. Siempre me llamó la atención la parte logística", comentó.