No creo que (fumar marihuana) sea más peligroso que el alcohol", dijo el Presidente estadounidense, Barack Obama, en una entrevista en la que abordó, entre otros temas, la reciente legalización de la sustancia en el estado de Colorado. El mandatario, recordando que en su juventud la consumió, sostuvo que la ve como un mal hábito y un vicio, pero no muy diferente a los cigarrillos o el alcohol.

Sin embargo, la comparación no es tan simple, dicen los expertos. Según especialistas, no hay evidencia científica concluyente para comparar los efectos de estas sustancias en todos los aspectos, pues -sobre todo en el caso de la marihuana- quedan estudios por hacer y obtener la información se complejiza por su carácter ilegal.

"La frase del presidente se basa en una percepción personal o sentido común, hoy es difícil comparar de igual a igual el daño en la salud que producen el alcohol y la marihuana. Son drogas distintas, que producen daños distintos", sostiene Francisca Florenzano, directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda).

Según Florenzano, la marihuana se consume de manera diferente y se sabe poco de sus usuarios (cuánto consumen, frecuencia, tipo). "Tienen impactos diferentes, también, porque la magnitud del consumo en todos los países es muy distinta", agrega. Si la cantidad de usuarios de marihuana fuera igual a los de alcohol, el daño podría ser equivalente, indica.

La diferencia con la dependencia producida por el alcohol, explica Humberto Guajardo, siquiatra de la Unidad de Adicciones de la U. de Santiago, es que la marihuana se queda en el organismo por cerca de 25 días. "Como las personas tienden a consumir al menos una vez a la semana, nunca perciben síntomas de abstinencia".

Según estudios del Senda, la marihuana produce hasta un 29% de dependencia dentro de los consumidores.

El alcohol produce más daños que la marihuana. No obstante, la marihuana también los produce, dice Daniel Seijas, siquiatra de la Unidad de Adicciones de la Clínica Las Condes.

"Por otro lado, el humo de la marihuana tiene más alquitrán y carcinogénicos que el del cigarrillo y, como se aspira más largo, afecta proporcionalmente más que el cigarro. Fumar marihuana, no necesariamente a diario, produce un aumento de hasta tres veces los cánceres de cabeza y cuello".

"El alcohol es la droga que más daño produce, pero la marihuana afecta mucho más cuando el cerebro se está formando en la niñez y adolescencia. Además, afecta otras funciones cognitivas. La concentración y la memoria se ven afectadas de manera más rápida y por más tiempo. El alcohol requiere más tiempo", explica Anneliese Dörr, sicóloga de la U. de Chile.

Si bien a la marihuana se le atribuyen algunos efectos del alcohol, como el daño cardíaco y al hígado y que afecta el habla, el juicio, el equilibrio y la coordinación motora fina, lo que puede provocar accidentes, saber si un conductor chocó bajo sus efectos es más complejo. No hay un test para controlarlo inmediatamente.

Mientras una persona puede quedar en coma o morir por sobredosis de alcohol, no hay descritos casos similares para el consumo de la cannabis.