El presidente del Senado, Camilo Escalona (PS) lamentó hoy las discrepancias que surgen en el mundo político, las cuales afectarían tanto a la Alianza como al bloque opositor.
Según dijo, "el gobierno se consume ante partidos oficialistas que lo respaldan sólo para su propio usufructo y si no es así, simplemente, lo dejan huérfano, y la Concertación se ve atrapada sin capacidad de levantar una alternativa que sostenga sus futuras aspiraciones. Incluso más, pareciera que ciertos liderazgos desean que no haya alternativa para, en el vacío, imponer sus condiciones".
"Me apena la inconciencia ante el desgaste del sistema político en nuestro país. Nuestro Chile querido merece algo mejor", agregó.
El senador socialista argumentó que "las agudas divergencias que separan a los partidos coaligados para gobernar, en la denominada 'Alianza', por temas tales como la reforma del sistema binominal, el salario mínimo y otros; así como la conflictiva etapa por la que cruza la Concertación Por la Democracia, dan cuenta de severas dificultades en el sistema político del país, para asegurar el buen gobierno y la correcta conducción de los desafíos nacionales".
"Quienes promueven el desorden imperante parecen no darse por enterados de la situación que causan, no asumen responsabilidad alguna frente a las consecuencias de los hechos que provocan y, por el contrario, todo indica que pretenden seguir con el proceso de depredación que impulsan con la idea que de la devastación surgirá un 'nuevo amanecer', supuestamente una democracia floreciente y pujante", detalló.
El parlamentario también se refirió a la coalición opositora, al acotar que, "más aventurado aún es lo que piensan ciertos opositores, en el sentido que la disgregación de los demócratas chilenos sería virtuosa, motivo por el que la Concertación debe ser declarada 'muerta' a la brevedad".
Ante ello, Escalona dijo que, quienes plantean esa tesis, "se equivocan: sin alternativa política constructiva y mayoritaria no hay transformación social posible. Los únicos que están ganando con la crisis del sistema político son los grupos económicos que rentabilizan ganancias como nunca, mientras que los temas-país de real alcance nacional y/o estructural se encuentran sin ser tratados y, menos aún, sin que se formulen mínimas medidas de solución".
Los que piensan en la crisis para imponer una 'nueva política', o sea, instalarse a sí mismos, no advierten que el debilitamiento del sistema democrático recrudece la desigualdad y abre la puerta al abuso y el libertinaje especulativo de los que depredan el sistema económico en función de sus intereses egoístas.
El presidente de la Cámara Alta cuestionó, además, que con estas trifulcas se pierde la escencia de la política de resolver problemas, puesto que "el sistema político se encapsula más y más, ante una autodestructiva imposición de poner como lo principal los ajustes de cuentas intracoaliciones y no los proyectos de país".