Una controvertida foto de Brooke Shields desnuda a la edad de diez años fue incluída en una exposición sobre arte pop en Londres y desató la polémica. Los responsables del museo admiten que la muestra desafía al visitante porque en ella puede verse la imagen de Shields con la cara maquillada, de pie en una bañera y mirando directamente a la cámara.
Para varios medios estadounidenses la imagen es pornografía infantil y acusan a los responsables del museo de intentar atraer público a cualquier precio. Pese a que la fotografía se encuentra separada de las demás, en una habitación para ella sola y tras una puerta en la que un cartel colgado advierte de que el contenido puede afectar al visitante, asociaciones de defensa de la infancia insisten en que la fotografía es una invitación para los pedófilos.
Richard Prince, el autor de la fotografía mostrada (que en realidad es una copia de su original tomada por Garry Gross en 1975) sostiene que Brooke Shields representa en ella "una entidad abstracta, un cuerpo con dos sexos diferentes, o quizá más, y una cabeza que parece tener una edad diferente".