Daniel Scioli, el ex Vicepresidente argentino, considerado en algún momento como el delfín del kirchnerismo y que estuvo a 600 mil votos de llegar a la Casa Rosada en las elecciones de 2015, está viendo como su carrera política se cae a pedazos, al punto que podría quedar fuera de las listas de candidatos para los comicios legislativos de octubre. Todo eso por un escándalo más bien ligado al mundo de la farándula que al de la política.

El pasado miércoles 10 Scioli fue invitado a un popular programa de televisión. Dos días antes se había ventilado en algunos medios el quiebre sentimental del ex candidato de la provincia de Buenos Aires con la modelo Gisela Berger, al ser descubierto en una relación paralela con otra modelo. Tras conversar algunos minutos de política, Daniel Scioli le confiesa en cámara al conductor del programa, Jorge Rial, que "Gisela está embarazada" y que va a ser "papá a los 60 años".

Según la revista argentina Noticias, al parecer la apuesta del ex candidato presidencial era buscar un entendimiento y reconciliación con Berger. "No pensó que sería necesario reunirse con su ex pareja, hacer un esfuerzo de Romeo para reconquistarla. Creyó que con el blanqueo televisivo estaría solucionado. Pero se equivocó", escribió la revista.

Fuera de todo cálculo de Scioli, Gisela Berger, de 28 años y con tres meses y medio embarazo, contraatacó de inmediato. "Está planeando la familia feliz cuando él me pidió que me hiciera un aborto", dijo la mujer en una entrevista con el sitio Ciudad Magazine. Y luego entregó más detalles: "Cuando me entero de que estoy embarazada y se lo digo, su reacción fue 'no, esto es una cagada. ¿No hay algo para hacer?' refiriéndose a un aborto. Es una locura todo, no entiendo nada de lo que está pasando. Estoy completamente en shock".

Scioli, quien durante su carrera política se ha presentado como un convencido antiabortista, le pidió a Berger que no le dijera a nadie del embarazo. "Daniel me prohibió que hable con mi gente, con mis amigos, con mi familia", asegura la modelo, quien había iniciado su relación sentimental con el político peronista el año pasado.

Todo un torbellino que viene a complicar las opciones de Scioli para ser candidato. Su apuesta era competir por la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país. En caso de que la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se decidiera encabezar la lista del kirchnerismo en esa provincia, como candidata a senadora, Scioli lo haría como postulante a diputado. Pero la definición sobre Scioli parece haber quedado en el congelador.

El ex gobernador bonaerense, un ex motonauta que incluso perdió un brazo en una competición deportiva, y que inauguró su carrera política apadrinado por Menem pero que luego se acomodó en los gobiernos de Eduardo Duhalde y de los Kirchner, necesita poder ganar un cupo como legislador federal en los comicios de octubre para mantenerse en la primera línea de la política argentina y evitar pasar al olvido.

Pero el escándalo con Gisela Berger, sumado a la caída de su imagen (un 68% tiene una imagen negativa de él, según un sondeo de Monitor Q), podría dejarlo afuera. "Aunque nadie hizo declaraciones y el tema no se abordó más que en conversaciones informales, dirigentes del peronismo bonaerense (kirchnerista) y de (el grupo juvenil K) La Cámpora coincidieron en bajarle el pulgar como posible candidato", escribió el diario La Nación.

En vista de este clima adverso, Scioli redobló esta semana sus mensajes en redes sociales, en las que busca destacar su trayectoria y sus diferencias con el gobierno de Macri, todo con tal de mantener abiertas sus opciones políticas.