La muy escasa "densidad de población" del continente europeo fue, por lo visto, la causa de la extinción del hombre de Neandertal, algo que hasta ahora era un enigma para los especialistas.
Según los resultados del estudio genético del hombre de Neandertal más amplio jamás realizado, que se publican en la revista "Science" (volumen 325, página 318) en su edición de mañana viernes, apenas entre 7.000 y como máximo 10.000 individuos de esta especie habitaban Europa en la fase tardía de la época del Neandertal.
De esta manera, los hombres de Neanderal fueron presa fácil para las enfermedades o las malas condiciones para la alimentación, opinó el experto alemán Ralf Schmitz, coautor del estudio. "Una población tan pequeña es muy susceptible (ante factores externos) y desapareció sin más" de la faz de la Tierra.
RAMA EXTINTA DE LA EVOLUCIÓN
Hasta ahora se suponía que en un determinado período vivían simultáneamente hasta 50.000 hombres de Neandertal, que, según las teorías más aceptadas, fueron desplazados hace unos 30.000 años por el Homo sapiens.
El nuevo estudio, según Schmitz, es además una nueva muestra de que el hombre primitivo más popular del mundo no forma parte de la línea genealógica de los europeos actuales.
Hace alrededor de una década, una primera comparación entre el material genético del primer individuo identificado como perteneciente al grupo de los Neandertal y el del hombre moderno ya había confirmado esta teoría, de que el primo lejano del europeo actual constituye una rama extinta de la evolución.
De esta manera cobra nuevo impulso la muy discutida teoría "Out of Africa", según la cual el hombre moderno emigró hace unos 100.000 años de África, su lugar de origen, a Europa.
LO QUE REVELA EL ADN MITOCONDRIAL
Para el nuevo estudio, un grupo internacional de científicos dirigidos por Adrian W. Briggs del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig analizó por primera vez material genético de seis esqueletos de hombres de Neandertal con métodos "que hace sólo tres años eran soñados", subrayó Schmitz.
Los ejemplares examinados vivieron hace entre 60.000 y 40.000 años en España, el valle de Neander, Croacia y el Cáucaso.
Los investigadores se concentraron exclusivamente en el ADN presente en la mitocondrias, que se hereda sólo por vía materna, del que los 16.500 pares de bases que lo forman se conocen en su totalidad.
Para sorpresa de los expertos, el ADN del ejemplar hallado en el valle de Neander en 1856, que dio el nombre a la especie, era tan absolutamente idéntico al de un individuo de Croacia, que en principio los científicos creyeron que había ocurrido un error de medición.
Sin embargo, el motivo de esta coincidencia es un antepasado hembra común de ambos ejemplares y un comportamiento nómade muy desarrollado.
En general, pese a la amplia distribución geográfica de los hombres de Neandertal en el período tardío de esa época, todos los individuos presentan una gran similitud genética, indica el estudio.
Esto fue producto tanto de una población escasa como de un cuello de botella genético: seguramente, tras estar en un momento cerca de una extinción, este hombre primitivo se reprodujo de nuevo antes de la extinción definitiva, explicaron los especialistas.