Récords históricos de temperatura, sobre los 40 °C, se registraron ayer en varios puntos de las regiones del Maule y Biobío. En Quillón, localidad de esta última región, los termómetros marcaron 44,9 °C, según el sitio Agroclima, y en Chillán llegaron a 41,4 °C, según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC). Aunque se estima que hoy comiencen a bajar las temperaturas, seguirán sobre 30°C al menos hasta el domingo.
El meteorólogo Arnaldo Zúñiga, de la DMC, explica que para ayer estaba pronosticado el peak en la zona y desde hoy las temperaturas deberían disminuir en 2 ó 3 grados, aunque se siguen los valores críticos. "Por lo menos en Chillán, de aquí al domingo estará en torno a los 35 °C, llega a 32 °C el domingo y recién el lunes, en torno a los 28 °C", dice. En Talca y Curicó estarán sobre 30 °C al menos hasta el martes.
Lo mismo ocurrirá con el viento, que hoy debería cambiar de dirección hacia el suroeste. Hasta ahora, desde la cordillera al mar y cálido, contribuía al aumento de la temperatura y, por su velocidad, a la propagación de incendios.
Para hoy, debería debilitarse a 10 a 20 km/h, aunque los mismos incendios pueden cambiar su comportamiento. "Los incendios en la periferia tienen un comportamiento especial, cada uno tiene su régimen de viento y es tanto el calor que se produce que generan convecciones, que cambia la dirección del viento de un momento a otro", indica Zúñiga. La humedad, que se mantiene en torno al 30%, debería comenzar a subir.
Lo que viene
Los especialistas coinciden en que las condiciones meteorológicas de enero han sido anormales y sin precedentes. No sólo porque se han roto récords de temperatura -y en Santiago, por ejemplo, la máxima no ha bajado de los 30 °C en todo el mes-, sino porque en la atmósfera se observan condiciones que no habían visto antes y que deben comenzar a estudiarse.
Al Anticiclón del Pacífico, que todos los veranos está frente a la costa, provocando el "buen tiempo", se ha unido la Alta Presión de Bolivia, que ha sido persistente y se ha mantenido por mucho tiempo mucho más al sur de lo que debería estar; y otra Alta Presión (más arriba en la atmósfera, ver infografía) que trae masas de aire tropical de Santiago al sur.
"Lo que uno ve es que hay un patrón muy persistente de anomalías anticiclónicas o de buen tiempo sobre la zona central, y ese es un fenómeno de gran escala, no solamente algo que esté pasando en Santiago, sino en miles de kilómetros sobre la zona central", explica el climatólogo Roberto Rondanelli, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2).
Jason Nicholls, meteorólogo de Accuweather, agrega que el persistente anticiclón del norte ha sido más fuerte de lo normal, pero parece debilitarse gradualmente durante los próximos días, aunque las máximas seguirán sobre los 32 °C en Santiago, por lo menos hasta fines de enero.
Durante los próximos diez días no tendríamos olas de calor, señalan los especialistas. "Esta situación -masas cálidas tropicales- ya no va a ser tal, se va a encontrar con vientos más del oeste, el anticiclón más habitual frente a las costa no estará entrelazado con el del Atlántico y se debería volver a una condición normal en los próximos días", dice Pablo Sarricolea, investigador del departamento de Geografía de la U. de Chile.
Para febrero y marzo las proyecciones sólo pueden hablar de tendencias, y en este caso, señalan que las temperaturas estarán sobre lo normal en los valles interiores de las regiones de Valparaíso al Biobío.