En un claro desafío a la primera ministra británica, Theresa May, el gobierno escocés anunció este jueves la publicación la próxima semana de un borrador de proyecto de ley para organizar un nuevo referéndum de independencia en respuesta al Brexit (nombre que recibe la salida de Reino Unido de la Unión Europea). La noticia la dio a conocer la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, en el congreso anual del Partido Nacional Escocés (SNP), que se celebra en Glasgow.
La política nacionalista remarcó que tiene un deber político de defender la voluntad expresada por los escoceses en el referendo europeo del 23 de junio, en el que un 62 % de escoceses votó a favor de continuar dentro de la UE. En esa consulta el Brexit se impuso por 52% a 48%.
"Nos enfrentamos a una ruptura dura (con la UE) impuesta por el ala más derechista del Partido Conservador", advirtió Sturgeon en referencia al gobierno en Londres. May "no tiene el mandato para sacar del mercado único a ninguna parte de Reino Unido", aseguró Sturgeon, calculando que esta posibilidad es una amenaza para 80.000 empleos en Escocia. Por su parte, Downing Street volvió a responder a la pretensión del referéndum: "Esta cuestión ya se abordó en 2014. Deberíamos concentrarnos en conseguir el mejor acuerdo para Reino Unido".
Sin embargo, para llevar adelante esta consulta, los escoceses necesitarán permiso del Parlamento británico. Cuando se realizó el 18 de septiembre de 2014 tuvo el apoyo del entonces primer ministro David Cameron y en esa oportunidad se saldó con la victoria de los partidarios de seguir en Reino Unido (55%-45%).
En ese sentido, la última encuesta realizada por la consultora BMG y publicada por el diario escocés The Herald, reveló que no existe una mayoría que quiera la independencia y que sólo el 12% de los que no quieren la separación cambiarían su postura de respaldo a abandonar Reino Unido, si se produjera una ruptura dura con la UE. Un 38% está a favor de la independencia, 47% en contra y 12% está indeciso.
May quiere invocar el Artículo 50 del Tratado europeo de Lisboa a más tardar en marzo de 2017 y abrir así el período de dos años de negociaciones de salida de la Unión Europea. En las dos últimas semanas, el gobierno conservador ha dado a entender que dará prioridad al control de la inmigración europea sobre la pertenencia al mercado único, dos objetivos incompatibles, provocando así temores por el futuro económico del país que se han traducido en un desplome de la libra.
Según el diario The Guardian, la aceleración del proceso de un referendo abre una creciente e importante división política entre Londres y Escocia, lo que muestra que una postura para una salida de Reino Unido de forma más drástica del bloque ha fortalecido la postura de Sturgeon. Sin embargo, el periódico advierte que la economía de una Escocia independiente es muy difícil. Esto porque la región está creciendo a un tercio del ritmo que mantiene Reino Unido.