Los escolares chilenos dedican menos de cinco horas a la semana a hacer tareas y estudiar fuera del horario de clases, según un análisis realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) sobre los resultados de la prueba internacional Pisa 2012. Además, el estudio revela que en los sectores socioeconómicos bajos, los niños destinan menos tiempo fuera del colegio a reforzar que quienes tienen un nivel superior.
El promedio en los países de la Ocde es de cinco horas semanales de estudio fuera de las aulas, por lo que Chile está por debajo de ese índice. Y para los expertos esto podría explicarse por la cantidad de horas que los escolares pasan en el colegio, lo que no permite que destinen más tiempo a hacer tareas en casa.
El académico e investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación (Ciae) de la Universidad de Chile, Juan Pablo Valenzuela, planteó que se debe considerar "que en nuestro país los estudiantes tienen muchas más horas lectivas que el promedio de la Ocde y estamos entre los cuatro que más horas de clases tienen".
Además, Valenzuela dijo que se debe considerar que "no estamos muy por debajo de la Ocde, apróximadamente una hora y también tomar en cuenta que entre los niveles socioeconómicos no hay grandes diferencias y el comportamiento es más bien equitativo, con una diferencia de media hora".
Para el jefe de Educación General del Mineduc, Gonzalo Muñoz, la Jornada Escolar Completa (JEC) es un factor que influye. "Nos parece un resultado en alguna medida esperable, dado que el país ha apostado por extender la jornada escolar y debiera ser en los propios establecimientos donde los niños hacen la gran mayoría sus tareas y actividades de aprendizaje" afirmó.
Muñoz estima que "las familias cumplen un rol importante en el acompañamiento del proceso de aprendizaje de los niños y niñas, sobre todo en los cursos inferiores, y en este sentido es deseable que haya un mayor compromiso de los padres".
Respecto del comportamiento familiar, el director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales (UDP), Gregory Elacqua, tiene una visión crítica: "llama la atención que las familias no destinen más tiempo a reforzar el aprendizaje de sus hijos en los hogares", dijo.
Elacqua planteó que "hay que considerar que Chile es un país que tiene una alta desigualdad socioeconómica, lo que se conjuga con una calidad de la educación deficiente y por esto las familias debieran incrementar los esfuerzos para reforzar el proceso educativo".
Desafíos
A juicio de Juan Pablo Valenzuela, el desafío para Chile "no es aumentar el tiempo que los niños destinan a las tareas, sino que hacer más eficiente el aprendizaje, considerando la alta cantidad de horas lectivas".
Por otro lado el académico de la UDP José Joaquín Brunner, piensa que cualquier programa de mejoramiento de la enseñanza y los aprendizajes que se aplique en el país, "supone cambiar una cultura que desvaloriza las tareas en el hogar y desconfía del esfuerzo en nombre de una educación que, se dice, debe ser toda ella entretenida, accesible, fácil de llevar y no demasiado exigente".
Este cambio cultural, según Brunner se debe realizar gradualmente y se debe combinar con "revalorizar la dedicación, el empeño, el mérito y las tareas bien hechas". Y dijo que si bien cada país tiene una cultura distinta sobre las tareas realizadas en casa, "en el nuestro, donde los niños leen poco, donde cuesta mucho transmitir y adquirir hábitos de estudio y una disciplina de la automotivación y la autorregulación del esfuerzo, pienso que valorar la realización de tareas puede ser un instrumento valioso".
El planteamiento de Valenzuela apunta más hacia sacar mayor provecho de los aprendizajes que se entregan en el colegio. Según señaló, "los alumnos que dedican más tiempo a hacer tareas, no necesariamente tienen mejor resultado y eso demuestra que se debe tener mayor efectividad".