"Tomar es una profesión demandante, no puedo tener dos trabajos al mismo tiempo", dice el escritor Monte Wildhorn, al llegar a una cabaña en Belle Isle, en Virginia, Estados Unidos. Recién fallecida su esposa y no hace mucho en una silla de ruedas, su plan oficial es pasar el verano escribiendo, pero en realidad lo que le interesa es estar bien aprovisionado de whisky.
Por Wildhorn habla el actor Morgan Freeman, protagonista y alma de El verano de sus vidas, película de Rob Reiner (Cuando Harry conoció a Sally), sobre un cascarrabias que después de haberle "cerrado la puerta a la vida" tiene una luz de esperanza. Comedia edificante, se exhibe esta noche en el Festival de Cine Las Condes, en el Parque Araucano, que presentan CorpArtes y La Tercera.
La historia cuenta la historia de Wildhorn, autor western que ya no puede ni quiere escribir. Amargado y gruñón, ese verano tendrá como vecinos a Charlotte O'Neil (Virginia Madsen), que se está divorciando, y a sus tres hijas, niñas y adolescentes.
Con el mismo ánimo ligero de quien pasa una temporada frente a un lago, Reiner logra que Wildhorn se inquiete con Charlotte, luego se deslumbre y termine creyendo que entre ellos puede haber algo más que una amistad. Lo que habrá será un chispazo que trae de vuelta la inspiración de un escritor agotado.
Director de películas como Cuenta conmigo (1986) y Misery (1990), la última cinta de Reiner fue Antes de partir, la historia en que dos viejos -Freeman y Jack Nicholson- hacen un viaje antes de morir. Aunque menos crepuscular, a Reiner lo mueve algo parecido en El verano de sus vidas.
"Sólo tienes una vida, entonces tienes que vivirla al máximo. Tienes que celebrar cada paso; no importa en qué situación estés, debes encontrar una forma de celebrarla", aseguró el director al estrenarla.
Hoy, a las 21.30 h, en el Parque Araucano. General: $ 3 mil. Club La Tercera, CorpBanca y vecinos de Las Condes: 2x1