En su Trilogía sucia de La Habana (1998), Pedro Juan Gutiérrez retrata la resistencia de los cubanos durante el llamado Período Especial en los 90, ante el paso del tiempo, la agresividad de los elementos, la progresiva destrucción de sus casas, los problemas de abastecimiento y las dificultades del día a día, para lo cual apela a una mezcla de ironía, tragedia, sexo y mucho humor negro. En esta entrevista con La Tercera el escritor de Nuestro GG en La Habana (2004) y Viejo loco (2014), pese a su negativa a hablar de política se anima a describir cómo están viviendo los cubanos los cambios impulsados por Raúl Castro y el anuncio de una nueva era en la relación entre Estados Unidos y Cuba.
¿Qué ambiente se respira en Cuba? ¿Optimismo, expectación, cautela?
Creo que predomina una especie de optimismo demasiado ingenuo. La gente quiere mejorar su economía. Pero es un proceso lento y creo que cuidadoso por ambas partes. Supongo que, como sucede siempre, el intercambio comercial mejorará primero a la macroeconomía y poco a poco se irá reflejando en la vida de algunas personas.
¿Hay un clima de "fin de reinado" o ya nadie se cree ese cuento, después del fin de la URSS, el Período Especial y el relevo de 2006?
Creo que a la gente cada vez le interesa menos la política. Mi generación sí vivió traumatizada por la política, en el espíritu de aquella izquierda latinoamericana radical: Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, ese tipo de cosas que ya se van olvidando porque el espíritu de la época es el mercantil, en todo el mundo. Aquellos tenían el caos como espíritu de la época. Ahora es el dinero. Perdone si sueno muy duro o tajante, pero así es como lo veo.
¿La Habana en ruinas tiene futuro, la misma de sus libros? ¿Se puede decir que comenzó la reconstrucción?
Fueron décadas de abandono. Se dice que el 70% de (el barrio) Centro Habana tendrá que ser demolido. Quizás es una cifra exagerada, pero lo cierto es que la gente cada vez que tiene un dinerito arregla sus casas. Nadie quiere que el techo le caiga encima, como me pasó a mí, que tuve que dedicar tres años de mi vida y un dinero a hacer el techo nuevo y arreglar todo para no quedarme en la calle. Hasta ahora no hay apoyos. Si tienes el dinero arreglas y reparas, si no lo tienes te cruzas de brazos y rezas.
¿Es usted optimista?
Sí, dos o tres días de la semana soy optimista. El resto pesimista. Hago un esfuerzo y vuelvo al optimismo. Y así.
¿Considera que el cubano está bien preparado para el futuro que parece venir?
Se aprende sobre la marcha por el método eterno de probar, errar, corregir, volver a probar. Y así. Muy entretenido.
¿La Cuba actual es heredera de la Guerra Fría, del Período Especial o de las reformas y el descongelamiento?
La Cuba actual es heredera de 50 y pico de años de socialismo tropical. Menos mal. Pudo ser peor. Nunca llegamos a los modelos de Stalin o Mao, por ejemplo, así que en comparación ha sido light.
¿Cree que se perdió la inocencia, el fin del proyecto común y se viene el tiempo del individualismo?
Totalmente. Hay que hablar con los jóvenes de 15 a 40 años. ¡Ufff! Individualismo puro y duro. A veces es muy chocante. Todo lo contrario de aquella onda colectivista y solidaria. Son otros tiempos. No lo veo mal ni bien. Es otra época. Una época de transición hacia la modernidad y hacia la verdadera apertura al mundo mundial.
¿El fin a las limitaciones de los viajes liberó a los cubanos de una carga mental que de alguna forma los agobiaba?
No es así. Las limitaciones ahora las ponen las embajadas que para darle un visado a un cubano... uf. Han aumentado las trabas y restricciones. Antes era Cuba quien tenía trabas, ahora son las embajadas de los países preferidos para emigrar: Estados Unidos, España, México, Italia, Francia, etc. Así que más o menos todo sigue igual de difícil para viajar. Cuba tiene que mejorar sustancialmente su economía para que deje de ser un país emisor de emigrantes. Sólo entonces los cubanos podrán viajar con normalidad como lo hacen los mexicanos, argentinos, brasileños, chilenos, etc. Pero mientras que los cubanos estén desesperados por irse a otro país, para iniciar una nueva vida, pues nada será normal.
¿La reconciliación con Estados Unidos se produjo hace mucho a nivel de calle?
Sí. Estados Unidos tiene muchos recursos hipnóticos: películas, música, ropita extravagante, famosos millonarios, etc., los mecanismos que conocemos para encandilar y vender una imagen de triunfo y éxito. Mierda pura. Pero que engaña a las masas que no tienen un nivel amplio de información.