Con la ayuda del Telescopio Muy Grande (o VLT por sus siglas en inglés) la ESO ha logrado obtener lo que sería la fotografía más precisa de la galaxia NGC 1187, la cual se encuentra a 60 millones de años luz de la Tierra. En esta galaxia han ocurrido dos explosiones de supernova en los últimos 30 años, la última siendo en el 2007.
La fotografía, una imagen casi frontal de la galaxia, da una buena vista de su estructura. Casi media docena de brazos en espiral pueden ser vistos, cada uno conteniendo grandes cantidades de gas y polvo. Su color azul indican que allí existen estrellas jóvenes nacidas de las nubes de gas interestelar.
El color amarillo del centro indica que aquella parte de la galaxia está compuesta, principalmente, de estrellas viejas, gas y polvo.
Alrededor de la galaxia se puede apreciar algunos puntos rojizos, los cuáles son galaxias lejanas y débiles.
Si bien la galaxia se ve tranquila en la fotografía, ha albergado dos supernovas en su interior. Una supernova es una gran explosión estelar producto de la muerte de una estrella de gran tamaño o de una enana blanca. Las explosiones son tan brillantes que pueden iluminar a una galaxia por completo para luego desaparecer durante semanas o meses.