El tapón de Pau Gasol a Jonas Maciulis en la primera jugada de Lituania fue una temprana advertencia de lo que vendría: España ganaría con holgura por 80-63 y de paso se coronaría campeón de la Eurobasket 2015, en un duelo donde el jugador de los Bulls de Chicago fue quien se llevó todos los elogios.
Los dirigidos de Sergio Scariolo llegaban a esta instancia con el fantasma de los yerros defensivos durante la primera parte del torneo. Sin embargo, su principal debilidad se transformó en la gran fortaleza de los hispanos, pues tanto Gasol, Víctor Claver, Pau Ribas, Rudy Fernández y Sergio Llul entraron en una correcta sincronía que terminó por convertirse en un muro infranqueable en donde chocaron las aspiraciones lituanas.
En el frente, Lituania sufría con el poderío defensivo español y así lo sentía Jonas Valanciunas, quien a segundos de finalizar el primer cuarto sufre en carne propia el rigor de la defensiva asfixiante y recibe un tapón de Claver cuando se empinaba a convertir.
La exigencia defensiva del quinteto español no decayó durante el resto del partido anulando por completo a los estandartes de la campaña lituana Jonas Valanciunas, Mantas Kalnietis y Jonas Maciulis, quienes no encontraban fórmulas para encabezar la remontada que nunca llegó.
Hasta la mitad del segundo cuarto, Lituania conseguía apenas 14 puntos versus los 27 que sacaban los dirigidos de Sergio Scariolo. Intentaron desde los tres puntos, pero erraron sus nueve primeros lanzamientos a pesar de que más tarde sumaron 4 consecutivos, que le permitió irse al descanso con un esperanzador 41-33. Sin embargo, las cosas no estaban para los lituanos y Jonas Valanciunas nuevamente lo sufrió en carne propia al tener que abandonar el campo de juego por 5 faltas cuando restaban 3 minutos de juego.
De esta forma España logra la hazaña de coronarse por tercera vez campeón de Europa, título que ya consiguió en 2009 y 2011, que lo consolida como uno de los grandes del continente y en un rival a vencer en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en donde ya palpitan una tercera final ante Estados Unidos y cobrarse venganza por las derrotas en Beijing 2008 y Londres 2012.