Bajo un estricto operativo de seguridad por parte de los funcionarios penitenciarios de la cárcel Soto del Real, los chilenos Francisco Javier Solar y Mónica Caballero fueron separados y reubicados, durante la jornada de ayer, a distintos penales situados en las afueras de Madrid.

La pareja, acusada por la justicia española del atentado explosivo en contra de la basílica del Pilar, Zaragoza, el pasado 2 de octubre, permanece en prisión provisional desde el domingo, luego de que la Audiencia Nacional española les informara que están siendo investigados por delitos de estragos terroristas.

Amalia Alejandre, defensora de los dos absueltos por el caso bombas en el 2012, comentó que la medida la tomó por sorpresa, indicando que Solar fue llevado hasta el centro de reclusión de Navalcarnero, emplazado a la salida de la capital española y Caballero fue transferida a la unidad de Estremera. Este último recinto fue inaugurado en 2008, tiene mil ocho celdas y en su interior cumplen condenas el ex jefe militar de ETA, Gorka Palacios y el líder de la célula hispana de Al Qaeda, Eddin Bakarat. En el caso de la cárcel donde quedó recluido Solar, también hay miembros de ETA. Ambos penales son de alta seguridad. "Los pueden trasladar las veces que quieran, pero no sería normal que los sacaran de Madrid mientras no haya acabado el juicio", sostuvo la abogada.

PRESENTACION DE RECURSOS
La representante de ambos señaló que presentó los recursos ante la Audiencia para revocar la cautelar, levantar el secreto del sumario antes del 11 de diciembre (fecha en que expira la reserva) y para que sus clientes sean juzgados por un tribunal aragonés y no por esa corte, que resuelve casos relacionados con terrorismo.

"No sé qué información tiene el juez Eloy Velasco, ni las razones de por qué él está viendo el caso. Yo soy de la opinión que el caso lo debe ver un juzgado de Zaragoza, donde ocurrieron los hechos que se les imputa", dijo.

Añadió que la estrategia es que sean imputados por la destrucción de las bancas en el templo, pues las condenas son mucho menores a los 20 años de presidio que arriesgan Caballero y Solar."Hay que armarse de paciencia, pues los juicios por prisión preventiva pueden alargarse hasta cuatro años", puntualizó Alejandre, quien afirmó que ya le entregó al magistrado los folios con la sentencia e investigación realizada por el Ministerio Público chileno durante el caso bombas. Desde Fiscalía señalaron que, hasta el momento, no se ha formalizado ninguna solicitud desde Europa para facilitar antecedentes respecto de la situación que mantenían los detenidos en Chile.