El descenso del desempleo en España en 2014 por segundo año consecutivo alimentó ayer el retorno de la confianza a un país desangrado por seis años de crisis.

Las cifras de empleo anunciadas son un símbolo de un optimismo renovado, acompañadas por un aumento del consumo, de las ventas de automóviles, la recuperación del crédito y la estabilización de los precios inmobiliarios.

A finales de diciembre el país tenía 4,45 millones de desempleados inscritos, 253.627 menos que el año anterior, anunció el Ministerio del Empleo.

La mejora, no obstante, no sirve para sacar a España de la fila de los países industrializados en lo que a mercado laboral se refiere. Según el Instituto Nacional de Estadística, al final del tercer trimestre la tasa de desempleo rayaba el 24%, casi el triple del 8,57% registrado en 2007, antes de la crisis. De todos modos, el número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 417.574 (un 2,55%) personas con trabajo con respecto a 2013, lo que supone el primer año de creación de empleo desde 2007.

Este cambio de tendencia puede significar un aliento de esperanza para los que buscan trabajo, que en algunos casos no llegan a final de mes sino es gracias a la solidaridad familiar.

"En España hoy hay más confianza en encontrar un empleo en los próximos meses", dijo la ministra de Empleo, Fátima Báñez, mientras el gobierno de Mariano Rajoy se esfuerza en transmitir un mensaje optimista en vistas a las elecciones municipales y regionales de mayo y las legislativas de finales de año.

Algo más de la mitad de los españoles (51%) piensa que su situación personal mejorará o será más estable en 2015, según un sondeo de DYM Market Research publicado en El Confidencial.

En cambio, los que pronosticaron un 2015 con dificultades fueron un 36% contra un 51% el año anterior.

Este optimismo se traduce en un mayor consumo. El periodo de Navidad, que termina hoy con la entrega de los regalos de los Reyes Magos para los niños, debería marcar la mejor progresión de ventas desde hace siete años.

Las compras de vehículos, una inversión importante para los hogares, crecieron también un 18% en 2014.

La reforma fiscal puede suponer un espaldarazo al crecimiento. Esta se traducirá en una reducción de impuestos a las personas físicas de 320 euros por año y para los hogares de las familias más pobres.

El gobierno calcula que el PIB crecerá un 1,3% en 2014 y un 2% este año, mejorando los resultados de Francia, Alemania o Italia. Rajoy dijo recientemente que la crisis "ya es historia del pasado".