La ministra italiana de Asuntos Exteriores Emma Bonino y su homólogo español José Manuel García-Margallo abordaron hoy "las posibles iniciativas comunes" para la solución del conflicto surgido en torno a la ampliación de las obras del canal de Panamá.
Un consorcio liderado por la española Sacyr y la italiana Impregilo anunció a finales de 2013 la paralización de la construcción del tercer juego de esclusas del Canal por falta de liquidez derivada de los "sobrecostos", que excedían los 1.600 millones de dólares.
El ministerio de Exteriores de Italia informó en un comunicado de que ambos titulares mantuvieron hoy una conversación con el fin de encontrar posibles vías al contencioso.
"Para tutelar los intereses de las empresas italianas que participan en el consorcio internacional para la realización de las obras del Canal de Panamá, la ministra de Exteriores mantuvo un diálogo con su colega español, García-Margallo, para estudiar posibles iniciativas comunes a la solución del contencioso", afirma la nota.
Del mismo modo y según refiere el comunicado ministerial, la jefa de la diplomacia italiana también mantuvo contactos con el vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, que le ratificó su compromiso para evitar la suspensión de los trabajos en el Canal y "encontrar una solución satisfactoria para ambas partes".
El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) -integrado también por la belga Jan de Nul y la panameña CUSA- anunció el pasado 30 de diciembre que suspendería las obras de ampliación del Canal de Panamá ante la imposibilidad de llevarlas a cabo por el importe inicialmente fijado en el contrato.
El consorcio sostiene que se han producido unos sobrecostes de 1.600 millones de dólares generados por incumplimiento de aspectos del contrato por parte de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).