España espera que los ministros de Finanzas de la zona euro firmen formalmente el viernes próximo el acuerdo para entregar una ayuda de un máximo de 100.000 millones de euros a los bancos españoles, dijo este lunes el ministro de Economía, Luis de Guindos.
"Como lo saben ustedes perfectamente, el próximo viernes esperamos cerrar formalmente ya en el Eurogrupo lo que es la firma del memorándum de entendimiento de España con la zona euro para inyectar como máximo 100.000 millones de euros en el sistema bancario español", declaró Guindos en un foro económico en Barcelona.
De Guindos, afirmó hoy que el préstamo de hasta 100.000 millones de euros que Europa concederá a la banca española tendrá un vencimiento máximo de 15 años y un interés medio ligeramente inferior al 3%.
El ministro subrayó que sin dicho apoyo financiero al Tesoro público español le sería "imposible" financiarse, y aseguró que las condiciones son "muy positivas y bastante favorables" para la banca española.
La semana pasada, los ministros de Finanzas de la Unión Europea dieron su visto bueno al plan de asistencia a la banca española, de un máximo de 100.000 millones de euros.
También acordaron a España, que entró en recesión en el primer trimestre, un año suplementario, hasta 2014, para reducir su déficit público a menos de 3%.
A cambio, según el proyecto de memorando sobre la ayuda a España, Madrid tendrá que cumplir con una reforma de su sector bancario en la que la Comisión Europea estará autorizada a efectuar inspecciones en las entidades, entre otras muchas condiciones.
El documento, que establece 32 condiciones a cambio de la ayuda al sector, debe ser aprobado de aquí al 20 de julio, fecha en la que los ministros han previsto finalizar los detalles sobre la asistencia a España.
Según una propuesta del fondo de rescate europeo FEEF, el plan de ayuda a la banca española, previsto a lo largo de 18 meses, constará de un primer tramo de 30.000 millones de euros en julio, y otro de 45.000 millones en noviembre.
A fines de junio, el gobierno español anunció que sus bancos necesitarían un máximo de 62.000 millones de euros, basándose en los resultados de las auditorías efectuadas por los gabinetes Roland Berger y Oliver Wyman.