En el tercer partido válido por la Copa Confederaciones se enfrentaba el campeón del mundo ante el campeón de América, en el inicio del Grupo B. España y Uruguay se dieron cita en el Arena Pernambuco de Recife, recinto que marcó polémica, pues aún no se finalizan sus obras pensadas para Brasil 2014. Ante la emergencia, se improvisó para que estuviese habiitado y albergase los encuentros del torneo.
Los últimos monarcas de América no llegaron en su mejor momento, y cuando están lejos de ser el equipo que se impuso en el continente en el 2011. Así lo reconoció también en la previa del partido Oscar Wshington Tabarez. El DT uruguayo reconoció el favoritismo de los hispanos, asegurando que eran superiores.
Tal cual, el dominio de los campeones del mundo fue arrollador y los sudamericanos corrieron tras el balón por largos tramos del partido. España hegemonizó la posesión del balón, se paró adelante en cancha y asedió el pórtico de Fernando Muslera.
Las diferencias futbolísticas se reflejaron en el marcador a partir del minuto 20, cuando los hispanos ya habían avisado antes en dos ocasiones. La defensa charrúa despejo con algo de desesperación y erráticamente un corner, y Pedro aprovechó desde fuera del área para empalmar el balón. Algo de fortuna tuvo el ariete "blaugrana" pues su disparo se desvió en Diego Lugano y dejó sin opciones al meta del Galatasaray.
La ventaja por la mínima no era suficiente para los españoles que, además, no encontraban respuesta alguna en sus rivales que se notaban confundidos en cancha. Cesc Fábregas aprovechó la situación en los 32' para encarar por la frontal a la defensa rival, y esperó el espacio para habilitar a Roberto soldado, que le ganó la partida a Villa por la titularidad después de una gran campaña en La Liga. El hombre del Valencia no falló y remató fuerte arriba para decretar el 2-0.
El segundo tiempo se desarrolló en los mismos términos e incluso la supremacía hispana se acentuó, con una posesión del balón que en el minuto 60 era de un 76% para los campeones mundiales. El reordenamiento de Uruguay era más que necesario y Tabarez envió a la cancha a Álvaro González, Nicolás Lodeiro y Diego Forlán, para equilibrar en algo el partido, cosa que no sucedió.
Lo que sí sucedió es que el conocido toque eterno de los españoles terminó por desesperar a sus rivales que comenzaron a calentar el partido. Las infracciones tomaron protagonismo y el partido perdió en dinámica.
La sorpresa vino a dos minutos del final, cuando España tocaba y tocaba y Uruguay ya parecía entregado. Sin embargo, el goleador del fútbol inglés, Luis Suárez aprovechó un tiro libre para vencer a Casillas y marcar un descuento que le dio una nota de emoción al partido cuando este ya moría. Aún así, el partido dio cuenta de una enorme superioridad española pese a un marcador que terminó siendo más apretado de lo merecido.