A una semana de la proclamación de Felipe VI en Madrid, el Ministerio del Interior español ultima el dispositivo de seguridad que afronta el reto de velar por la seguridad del nuevo rey y del país en un día histórico para España.
El dispositivo de seguridad del 19 de junio es similar al del 22 de mayo de 2004, el día en el que se casaron en la catedral Madrid el aún príncipe Felipe, de hoy 46 años, y la princesa Letizia, de 41.
El Ministerio del Interior elevó hoy la alerta antiterrorista del nivel 2 al 3 en una escala de 4, en una revisión que calificó de "rutinaria" ante un gran acontecimiento.
Los expertos en seguridad no ven amenazas extraordinarias para el jueves próximo, cuando por la mañana arranque en el Congreso de los Diputados, en el centro de Madrid, la proclamación del rey. Pero eso no implica que el despliegue vaya a ser laxo.
"Estamos trabajando con mucha intensidad y como mucha transparencia", dijo hoy Ignacio Cosidó, director general de la Policía Nacional, el cuerpo que llevará el peso fundamental.
El nivel 3 de alerta antiterrorista supone la activación de unidades especiales de intervención y reserva de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado español que vigilan los lugares de afluencia masiva de personas y protegen infraestructuras críticas.
Desde el día 16 hasta el 20 se desplegarán 1.900 agentes antidisturbios que han sido movilizados en distintas partes del país, señalaron hoy fuentes policiales.
El diario El País calcula en más de 5.000 los agentes que participarán en el dispositivo, entre antidisturbios, desactivadores de explosivos, francotiradores y otros miembros de la Policía Nacional, de la Municipal y de la Guardia Civil.
La mañana del día 19, Felipe VI pronunciará en el Congreso de los Diputados un discurso en el que marcará las pautas de un reinado que comienza tras los 39 años que su padre, el rey Juan Carlos I, ha estado al frente de la Corona española.
Será una ceremonia a la que no asista ningún mandatario extranjero ni ningún representante de otras casas reales. "No hay tiempo ni sitio en las tribunas del Congreso", dijo ya la semana pasada la Casa del Rey.
Una vez termine el acto, el rey Felipe recorrerá en automóvil junto a la reina Letizia el centro de Madrid, antes de ir a la recepción que tendrá lugar en el Palacio Real.
De momento se desconoce ese recorrido, aunque las fuerzas de seguridad apuntan la conveniencia de que se realice sobre las grandes avenidas de la ciudad. La Casa del Rey tiene aún que decidir si el vehículo en el que irán los reyes será descubierto o no.
El aún príncipe Felipe prefiere ir en un automóvil abierto, según el diario El País, pero el Ministerio del Interior tiene recelos.
Ese paseo, junto al traslado de Felipe y Letizia al Congreso de los Diputados antes de la proclamación, serán los momentos más delicados en lo que a seguridad se refiere, según los expertos.
El espacio aéreo sobre Madrid quedará cerrado el jueves de la semana que viene con motivo de la proclamación, aunque al contrario de lo que ocurrió el día de la boda de Felipe y Letizia no se suspenderá el espacio Schengen, que permite la libre circulación de ciudadanos entre los 15 países europeos que forman parte de él.
La situación actual es distinta a la de entonces: el enlace tuvo lugar tras los atentados islamistas del 11 de marzo y cuando aún estaba activa ETA, que en octubre de 2011 anunció el fin definitivo de la violencia terrorista.