España procesará a dos supuestos piratas por secuestro de pesquero
Dos personas detenidas por su relación con el secuestro de un pesquero español en el Océano Indico serán trasladas a España por orden del juez Baltasar Garzón, confirmó hoy el Ministerio de Defensa, una medida que algunos temen puede poner en peligro a la tripulación del atunero.
Cinco días después del abordaje, el atunero vasco Alakrana y sus 36 tripulantes a bordo siguen bajo control de los piratas cerca de las costas de Somalia. Los familiares de los secuestrados expresaron públicamente su preocupación, al considerar que el traslado de los detenidos podrían prolongar la liberación del barco.
Los dos piratas, identificados en el auto de Garzón como Abdu Willy y Raageggesey sin precisar su nacionalidad, serán procesados en Madrid por los delitos de detención ilegal, robo con violencia y asocación ilícita.
El Alakrana fue secuestrado el viernes a unas 375 millas náuticas de las costas de Somalia. El domingo, la armada española integrada en el contigente militar antipiratería desplegado por la Unión Europea en la zona logró detener a dos de los supuestos captores mientras intentaban huir hacia tierra firme.
Según el relato de Garzón, los piratas se encontraban escondidos debajo de una manta en una lancha pequeña. Cuando los soldados les dieron el alto, uno de ellos hizo un movimiento extraño que llevó a los militares a abrir fuego.
Uno de los detenidos recibió un impacto que apenas le causó una herida superficial en el pecho.
Mientras tanto, el gobierno español insistió en que sigue trabajando el frente diplómatico para liberar el Alakrana y garantizar la seguridad de sus tripulantes, aunque no precisó si baraja la posibilidad de pagar un rescate.
Supuestamente, el ejecutivo desembolsó más de 1,2 millones de dólares en abril de 2008 para rescatar a otro pesquero español, el Playa de Bakio, que permaneció secuestrado frente a las costas de Somalia durante seis días.
La radioemisora Cadena Ser informó el martes que las fuerzas antipiratería europeas no descartan que los piratas al mando del Alakrana exijan la libertad de sus compañeros como condición previa a la liberación del atunero.
John Harbor, un portavoz del contigente, manifestó no obstante que es sólo uno de los escenarios posibles y que hubiera sido estúpido no detener a los dos piratas.
Silvia Albés, la mujer de Pablo Costas, uno de los tripulantes secuestrados, reconoció que los soldados no tenían más opción que arrestarlos, pero precisó que las autoridades españolas deberían haber mantenido la operación en secreto.
"No sé lo que los piratas pueden saber y si eso puede repercutir en las personas que están a bordo", afirmó. "Creo que es un momento arriesgado para dar esa información".
Albés aseguró que otros familiares de marineros a bordo del Alakrana con los que ha podido hablar también están preocupados.
Albés, quien reside en la región noroeste de Galicia, pudo hablar con su marido el domingo. "Sólo tuvo tiempo de decirme que se encontraba bien y que les estaban tratando bien", comentó.
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