España traza el mapa de la insurrección
En el auto de procesamiento de Mónica Caballero y Francisco Solar, la justicia española realiza un extenso diagnóstico del movimiento anarquista internacional y su forma de operar. La descripción se ajusta a los atentados ocurridos en Chile durante los últimos meses. Esta semana, altas autoridades hispanas recibirán en Madrid al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, para traspasarle sus lecciones sobre un fenómeno que también califican de "terrorista".
Al interior de la casa de calle Passerell 59, la policía catalana encontró un tesoro para la fiscalía. Entre el pañuelo y las zapatillas blanquinegras número 37 que Mónica Caballero (26) supuestamente usó el 2 de octubre de 2013 -día del atentado explosivo en la basílica Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza-, los lentes de sol de Francisco Solar (35), pasaportes, boletos de tren y trípticos de información sobre el Monasterio de Montserrat, estaban los documentos. Un ejemplar del periódico anarquista El Pesol Negre y las fotocopias de El Placer Armado del afamado insurreccionalista italiano Roberto María Bonanno, con párrafos subrayados:
"La lucha armada debe escapar a la caracterización de lo profesional".
En un pendrive se encontraron varios escritos más, entre ellos uno titulado Algunas consideraciones sobre el derecho penal de bombas, del abogado Julio Cortés, uno de los defensores del caso bombas, y otros dos redactados por el propio Solar. El primero, con el encabezado Sobre la organización, el federalismo y la práctica insurreccional, define la diferencia de dos tendencias anarquistas, con el autor abogando por el insurreccionalismo; el segundo, Aportaciones básicas para el debate sobre acciones y la lucha revolucionaria, es un análisis de situación del movimiento anarco-insurreccionalista en Barcelona, en el cual se propone que las acciones sean "audaces, difíciles de ocultar, claras y definidas".
Ha pasado casi un año de la explosión en la Basílica del Pilar, en Zaragoza. Solar y Caballero, anteriormente sobreseídos en Chile por el caso bombas en 2012, están en prisión preventiva desde diciembre en Avila y Asturias, respectivamente, acusados de pertenencia a agrupación terrorista, estragos terroristas con lesiones graves con agravante de disfraz y la conspiración para otro delito terrorista en el Monasterio de Montserrat. La imputación principal consiste en haber colocado un balón de gas butano, dos kilos de pólvora negra y un reloj activador en el altar mayor de la basílica, causándole daños en "los bancos, los ángeles esculpidos en la zona del coro, órgano de tubos y sillería" por un total de 143.315 euros. La única víctima, Marta G.S., sufrió la perforación del tímpano del oído derecho.
Los documentos mencionados son apenas una parte de los datos reunidos. Además de las grabaciones de múltiples cámaras de seguridad y la reivindicación del hecho por el "Comando Insurreccionalista Mateo Morral" (un borrador del mismo fue encontrado en el computador de Solar) hay otros textos cruciales, que ligan a ambos chilenos a una organización considerada como terrorista por los servicios de inteligencia españoles: la Conspiración de Células de Fuego, perteneciente a la Federación Anarquista Informal / Frente Revolucionario Internacional (FAI/FRI).
En Santiago, el 19 de septiembre, un día después de la captura de los presuntos responsables de cuatro bombazos (incluidos los ocurridos en las estaciones de metro Los Dominicos y Escuela Militar), apareció un tardío comunicado de reivindicación. La firma era familiar: la Conspiración de las Células de Fuego.
EL DIAGNÓSTICO ESPAÑOL
En el mismo auto de procesamiento que acusa a Solar y Caballero -al cual tuvo acceso Reportajes-, la justicia española entrega una detallada descripción del fenómeno anarquista insurreccionalista, representado a nivel mundial con las siglas FAI/FRI, adoptadas por primera vez en Grecia, a fines de 2008, por un grupo de presos anarquistas de la cárcel de Koridallos. "Se resume en la idea de atacar al Estado en cualquier lugar, siempre que sea posible, sin esperar el momento propicio, porque siempre lo es", dice el tercer acápite del documento.
Tal como ha ocurrido en Chile desde 2006, los blancos principales son entidades bancarias, políticos, la iglesia, la policía, los organismos oficiales y otras representaciones del Estado. En este proceso de "guerra social", se asume que la destrucción es también sinónimo de creación, de acuerdo con lo planteado por uno de sus ideólogos fundadores, el ruso Mijail Bakunin.
En la actualidad, Bonanno es el referente obligado del anarquismo insurreccionalista. Su planteamiento fundamental respecto de la táctica en la batalla contra el Estado apunta a "organizaciones informales, compuestas por un número indeterminado de grupos de afinidad, unidades nucleares, independientes y autónomas". Es en este estilo informal donde aparece la semejanza con las células yihadistas, o extremistas islámicos, pues ambos tienen identificado y acotado a su enemigo, y "no necesitan de un órgano superior jerárquico que los adiestre y organice para el ataque".
En el caso bombas, una de las críticas en contra del Ministerio Público fue su insistencia en situar a dos ex lautaristas como cabecillas de una organización: Rodolfo Retamales y Pablo Morales. "No son organizaciones de estructura vertical parecidas a la ETA, IRA o Sendero Luminoso. Estimo que estamos frente a hechos delictuales cometidos por personas que no se conocen entre sí, pero que se sienten identificados con un discurso antisistémico", opina quien fuera abogado de Morales en el caso, Mauricio Daza.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, uno de los principales responsables de la seguridad estatal, coincide en el análisis: "Tienen una determinada táctica, una determinada organización y lo que sabemos desde el exterior es que esa organización es informal".
Los anarquistas se estructuran en red junto a grupos y células similares a los que no conocen, pero sí reconocen mediante las acciones que realizan y difunden en medios de contrainformación en internet. A este respecto, el profesor Alejandro Salas, de la Anepe (Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos) asegura que "la inexistencia de organizaciones formales permanentes, la espontaneidad y el informalismo" son características clave de estos grupos antisistémicos. En los casos que han ocurrido en las últimas semanas en Santiago, particularmente, sería esta cualidad la que dificultaría la labor de los fiscales en caso de búsqueda de algún tipo de asociación ilícita, un tema central en la discusión de la nueva "Ley Antiterrorista" que una comisión de gobierno encabezada por Juan Pablo Hermosilla presentará en los próximos días. "Hemos mirado con atención el fenómeno que se ha estado insinuando y mostrando acá en Santiago por lo que se ha denominado por algunos como anarquismo insurreccional, al igual que los conflictos que han surgido por el tema de reivindicaciones mapuche", comenta Hermosilla.
Una alta fuente de La Moneda asegura que el entramado de la nueva ley permitirá perseguir eficazmente por terrorismo a grupos pequeños y aparentemente desorganizados, como los tres imputados por los bombazos en Los Dominicos y Subcentro, o Francisco Solar y Mónica Caballero, perseguidos en España.
Si bien esta autonomía es la norma, las últimas indagaciones judiciales en España también revelan la formación de Grupos Anarquistas Coordinados o "GAC", lo que se califica como "novedad en lo referido a la estrategia genérica del insurreccionalismo". Los GAC establecen una forma de vínculo ideológico informal que despliega mecanismos de comunicación, como por ejemplo reuniones entre grupos periódicas. Antes de los hechos de Subcentro, en varios sitios nacionales de contrainformación se publicó un comunicado titulado Armadxs y peligrosxs, firmado por Grupo Anarquista Coordinado (GAC), donde se lee lo siguiente:
"Como reflexión nos damos cuenta que el ataque y la coordinación la vamos construyendo a paso firme, lo advertimos en nuestro comunicado anterior 'Las células y las bandas se coordinan', pero nos falta mucho todavía, aunque estamos dispuestos a recorrer el camino que sea necesario en la acción incendiaria contra el poder, para ir potenciando cada vez más la ofensiva anarquista".
Según la justicia española, esta última sería la meta de los GAC para profundizar la "desestabilización y el colapso del sistema" y la "revuelta y la subversión de lo establecido". El informe también establece que la coordinación podría significar una pérdida de autonomía y, por consiguiente, una estrategia arriesgada, pues se perderían la independencia y el anonimato, dos conceptos fundamentales del ideario insurreccionalista.
Hasta ahora -indica el documento-, la afinidad entre células anarquistas sólo se había manifestado en la libre adopción de marcas de ataque, como "FAI/FRI", que implica ceñirse a un modelo de reivindicación en el que se justifique el acto en solidaridad con los anarquistas presos en todo el mundo.
El modelo de ataque tampoco posee grandes variaciones internacionalmente: se fabrican artefactos incendiarios o explosivos "artesanales" o "caseros", cuyos materiales pueden encontrarse en el mercado. En Chile ha predominado el uso de extintores, mientras que en el caso de Zaragoza se utilizó un pequeño balón de gas usualmente empleado para el camping.
EL VIAJE DE PEÑAILILLO
Al cierre de esta edición, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, tenía todo listo para viajar ayer a Madrid en compañía del director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Gustavo Villalobos, para reunirse con altas autoridades españolas. El tema no es otro que el manejo del terrorismo, por lo que tangencialmente se podría tratar la situación judicial de Solar y Caballero.
El lunes, el itinerario contempla una cita en el Palacio de La Moncloa con la Vicepresidenta de España, Soraya Sáenz de Santamaría, quien tiene bajo su mando las labores de inteligencia, y una posterior visita al Centro Nacional de Inteligencia, donde se reunirán con el general del Ejército Felipe Sanz Roldán. Al día siguiente, Peñailillo se juntará con su homólogo, Jose Fernández Díaz, y se firmará un convenio de cooperación sobre seguridad pública. Ese día también se reunirá con el vicedirector del Centro Nacional de coordinación Antiterrorista.
Tanto miércoles como jueves, el jefe de gabinete estará en Francia, donde conversará con su par, Bernard Cazeneuve.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, también debe confirmar en las próximas semanas una agenda de visitas internacionales propia para tratar del tema de seguridad. Antes de fin de año podría viajar a Francia, Inglaterra y Alemania en misiones similares a la de Peñailillo. "Luego de la visita del ministro a España vamos a evaluar", explica.
El objetivo de estos contactos internacionales es recabar toda la información y experiencia posible para integrarla a la reforma al sistema de inteligencia que está previsto para fines de octubre o principios de noviembre.
El gobierno tiene claro que los bombazos les dieron un vuelco a las prioridades del segundo semestre. La agenda de reformas legislativas y de reactivación económica siguen en paralelo, pero resolver los atentados explosivos y abordar el fenómeno anarquista se volvió urgente. Además de las investigaciones judiciales que llevan adelante la fiscalía y las policías, la inteligencia tiene registrados varios "anillos" de personas y grupos anarquistas según su vinculación a actos de violencia de diversa índole, con el objetivo de evitar nuevos incidentes. "Se está investigando todo lo relacionado con el denominado anarquismo insurreccional y de las asociaciones con otros países", dicen desde el gabinete.
Las autoridades creen que existe un perfil común de una nueva generación de anarquistas insurreccionales que aún era joven cuando comenzaron los bombazos y se inició el proceso en contra de 14 personas en el caso bombas. Igualmente se sigue teniendo bajo la lupa a ex integrantes de movimientos subversivos como el antiguo Mapu Lautaro, cuya persecución terminó con el sonado fracaso de 2012.
Aunque la detención de los tres primeros sospechosos de los atentados en el Subcentro y Los Dominicos aliviaron a las autoridades, la extraña muerte de Sergio Landskron a causa de una bomba en el Barrio Yungay les recordó que la situación es mucho más compleja.
"Tenemos dos hipótesis -dice Aleuy-. En la buena, uno puede controlar este tipo de fenómenos con un conjunto de acciones policiales; pero también manejamos la idea que estos fenómenos también pueden ser ascendentes y que por lo tanto hay que estructurar las cosas para enfrentar un mal escenario"
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