Una reunión de lecciones y buenos ejemplos es la propuesta del Pritzker chileno Alejandro Aravena para la XV edición de la Bienal de Venecia que dirige hasta el 27 de noviembre. Bajo el lema Reportando desde el Frente, los 64 pabellones nacionales más las 88 oficinas de arquitecturas convocadas por Aravena se han concentrado en exhibir casos exitosos de arquitectura aplicada para mejorar la calidad de vida de las personas.
El evento, que abrió a público el sábado, entregó este fin de semana sus premios. El estudio paraguayo Gabinete de Arquitectura, formado por Solano Benítez, Gloria Cabral y Solanito Benítez, recibió el León de Oro a la mejor participación individual, por "aprovechar los materiales simples, el ingenio estructural y de obra no calificada para acercar la arquitectura a comunidades marginadas", señaló el jurado.
El estudio de Asunción se ha especializado en explorar y llevar más allá las posibilidades constructivas del ladrillo. Su método consiste en la restricción radical del uso de los materiales como estrategia de producción de su obra, transformándose en referente latinoamericano e internacional.
En tanto, el León de Oro al mejor pabellón nacional recayó en España, que participa con la muestra Unifinished, dirigida por los arquitectos Iñaqui Carnicero y Carlos Quintáns. El jurado internacional reconoció "la selección cuidadosa de los arquitectos emergentes cuyo trabajo demuestra cómo el compromiso y la creatividad pueden superar los límites materiales y de contexto".
Según comentó Iñaqui Carnicero a agencia Efe, con la crisis económica los arquitectos españoles diseñan estrategias con las que están "valorando el patrimonio que ya existe, añadiendo los mínimos elementos, consiguiendo revitalizar edificios abandonados y construcciones que de otra manera nadie se acordaría de ellas". Además, el arquitecto aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje a la nueva generación de profesionales a quienes dijo que, a pesar de la crisis y el difícil acceso al mundo laboral, "siempre hay maneras de desarrollar la arquitectura". El pabellón presenta 67 propuestas y siete series fotográficas que ilustran las respuestas de varias decenas de arquitectos a los problemas causados por el estallido de la burbuja inmobiliaria.
En la misma apertura de la bienal se dio a conocer el León de Oro honorífico, entregado a la notable trayectoria del arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha, quien fue postulado por el propio director del evento, Alejandro Aravena,"por la extraordinaria cualidad de su arquitectura, basada en la duración en el tiempo, tanto desde el punto de vista estilístico como físico". Mientras que el presidente de la bienal, Paolo Baratta, declaró que Mendes da Rocha es al mismo tiempo un provocador inconformista y un apasionado realista, con campos de interés políticos, sociales, geográficos, históricos y técnicos.