La aerolínea española Cosmo Líneas Aéreas anticipó al gobierno uruguayo que desistirá de la compra de siete aviones de la quebrada compañía uruguaya Pluna que adquirió el pasado 1 de octubre en una subasta abierta, confirmaron hoy fuentes oficiales uruguayas.
Según fuentes del Ministerio de Economía y Finanzas del país sudamericano, Cosmo envió un correo electrónico al Ministerio de Transporte y Obras Públicas para anunciarle que no hará uso de la opción para la compra de las aeronaves por US$137 millones.
No obstante, la aerolínea española "tiene plazo hasta el 1 de noviembre" para pagar o para "realizar los trámites oficiales necesarios y desistir de la compra", agregaron las fuentes.
Efe consultó a Cosmo sobre esta información, que no ha sido confirmada ni desmentida por la compañía.
La empresa, con base de operaciones en Madrid, depositó una garantía de US$13,7 millones en el momento de la subasta de los siete aviones Bombardier que perderá en caso de que desista de la compra.
Además, no ha pagado la comisión de US$836.000 que debía haber abonado el pasado miércoles a los encargados de la subasta y se enfrenta a un reclamo judicial por ello.
Cosmo, especializada en vuelos chárter en Europa, fue la única empresa que pujó en la subasta que había generado una gran expectación.
En los últimos días varias empresas se han interesado por desembarcar o ampliar sus negocios en el mercado aéreo uruguayo a partir de la quiebra de la línea aérea de bandera, liquidada por el Parlamento el 17 de julio pasado y que tenía deudas por US$380 millones.
El grupo argentino del empresario Carlos Molinari está interesado en comprar el "boleto de cesión de derecho al mejor postor" que adquirió Cosmo en la subasta, según dijeron sus representantes en declaraciones que publica hoy el diario local El País.
El empresario hizo llegar al gobierno uruguayo un plan de negocio a diez años que incluye las rutas que explotaba Pluna y otras nuevas.
En un principio, Cosmo había anunciado que se llevaría los aviones a Europa para usarlos allí, pero apenas 48 horas después de la subasta el empresario argentino Juan Carlos López Mena anunció que negociaba con ellos la permanencia de las aeronaves en Uruguay y la creación de una aerolínea de bandera en el país.
López Mena, que ya vuela en Uruguay con BQB, presentó al gobierno un plan de negocios que incluía el uso de los aviones adquiridos por Cosmo pero que requería la cesión gratuita por parte del Estado de todas las rutas que operaba Pluna, solicitud que fue rechazada.
El sindicato de antiguos trabajadores de la aerolínea quebrada igualmente elaboró un plan para crear una nueva empresa, en este caso con otros seis aviones Bombardier de Pluna que están en manos del Estado bajo la figura de leasing o alquiler con opción a compra.
La eventual nueva empresa sería gestionada por los empleados e inversores privados locales y del exterior de cuya identidad solamente se supo que entre ellos podría haber capitales alemanes.
El jueves, la compañía española Air Nostrum, de capital privado y que opera en régimen de franquicia para Iberia, también mostró su interés por explotar el mercado aéreo uruguayo.
La firma informó haber mantenido contacto con las autoridades uruguayas para trabajar como proveedor operativo a través de diferentes fórmulas de alquiler de aviones, con o sin tripulación, y otros servicios "de valor añadido" para que la empresa "explote el mercado aéreo uruguayo".