"La señal es inconfundible. La Democracia Cristiana está más interesada en los votos que en la defensa de los principios que la hicieron grande". Con estas palabras el diputado Sergio Espejo oficializó su renuncia a la DC tras la decisión que adoptó la Junta Nacional de la colectividad de ratificar la candidatura parlamentaria de Ricardo Rincón.
A través de un carta dirigida a la senadora Carolina Goic -quien aún mantiene en suspenso su carrera presidencial- Espejo valoró los 30 años que militó en la falange y su rol como vicepresidente del partido. Sin embargo, expresó que "desafortunadamente, la Junta Nacional del sábado 28 de julio recién pasado ha puesto en evidencia una mayoría partidaria que, dando muestra de una enorme insensibilidad ética, ha preferido proteger pequeños cálculos electorales por sobre los intereses generales de Chile y, en especial, con total desprecio hacia los derechos de las mujeres y a la lucha contra la violencia intrafamiliar".
"Lo anterior constituye sólo un síntoma más en una cadena de episodios a través de los cuales el partido escogió abandonar el camino de nuestros fundadores. Ahí está la dificultad estructural para sancionar las faltas a la probidad. Ahí está la descalificación sistemática de las opiniones de los camaradas, marcando una y otra vez lo que nos distancia por sobre el sentido de comunidad que hace de las diferencias una fuente de riqueza. Ahí está la protección de quienes, sin escrúpulos, incluso traicionan una y otra vez las propias candidaturas del partido buscando acomodos indefendibles", acotó el parlamentario.
En esta línea, sostuvo que "lo hemos apreciado incluso en la defensa tibia o en la abierta omisión de algunos de nuestros principales dirigentes en la defensa de los estándares éticos con que tu nos has llamado a reconstruir la confianza. Un partido que se traiciona a sí mismo es un partido que traicionará a Chile. No puedo ser parte de ésto. Me rebelo contra esta realidad".
Asimismo, Espejo manifestó que "en una época en la que la renuncia a las posiciones de poder y aparentes privilegios parece imposible, quiero dar testimonio de la misma libertad de espíritu y vocación de servicio que en plena dictadura militar me llevó a abrazar la causa de la democracia y la justicia, de la batalla contra la violencia y la pobreza , de los valores de la Democracia Cristiana. Como en los años de la lucha no violenta, lo único de que dispongo es de la capacidad de renunciar a mi interés personal y poner por sobre cualquier cosa el bien del país que amo y al que he servido toda mi vida".
Más tarde y en cofnerencia de prensa, el legislador expresó que "la DC cruzó límites que me son intolerables (...) mi decisión es personal y definitiva".