Cuarenta y ocho horas después que la revista peruana Caretas informara sobre el espionaje a cuatro militares chilenos, realizado por el gerente de la empresa Business Track, Elías Ponce Feijóo -capitán de navío retirado en 2001 y ex agregado naval en Santiago-, el embajador de Perú, Carlos Pareja, se comunicó ayer con el canciller Mariano Fernández para entregarle una información oficial.
"El gobierno peruano nos ha señalado que se trataría de actos ocurridos antes del ejercicio del poder del Presidente Alan García, que se investigan, y que en caso de comprobar que se trata de intentos de espionaje, se sancionará severamente a los responsables", dijo ayer Fernández a La Tercera.
El ministro, quien hoy tiene en agenda una conversación telefónica con su par José Antonio García Belaunde, agregó que la explicación de Lima "es razonable y el gobierno de Chile la recibe de buena fe a la espera de que ella se aclare a través de una investigación judicial destinada a investigar una red de interceptación telefónica ilegal".
García Belaunde también habló en su país en la misma línea: afirmó que Perú no tiene una política de espionaje y que serán los tribunales los encargados de investigar la denuncia. "Los responsables de este caso son los integrantes de una empresa privada que serán enjuiciados y sancionados", dijo.
El canciller criticó la reacción de Sebastián Piñera, quien el sábado pidió una "protesta enérgica y clara de repudio" desde La Moneda al gobierno de García.
"No acepto ligerezas de juicios como las expresadas por el candidato Sebastián Piñera. A él le recomendaría ser cuidadoso y preciso en estos asuntos y no involucrar a las relaciones exteriores de Chile en la campaña electoral si no existen fundamentos serios", dijo Fernández.
El presidente de la Comisión de RR.EE., de la Cámara, Osvalo Palma, dijo que citarán al canciller para que ahonde en este caso.