La esposa del gobernador de la provincia patagónica argentina de Río Negro, Carlos Soria, que falleció en la madrugada del 1 de enero luego de recibir un disparo en su cara en circunstancias todavía no esclarecidas, quedó imputada por homicidio calificado por haber disparado contra su marido.  La viuda de Soria, Susana Freydoz, era la única persona que acompañaba al gobernador en el momento del disparo fatal, en el interior de su casa.

Freydoz se presentó ayer por primera vez ante el juez Emilio Stadler y el fiscal Miguel Fernández Jahde, pero se negó a declarar. Sin embargo, fuentes judiciales precisaron que la mujer fue imputada del delito de "homicidio calificado, agravado por el vínculo y la utilización de un arma de fuego", informó el diario patagónico "Río Negro".

Si Freydoz no logra probar que no era consciente cuando disparó contra su marido podría ser condenada a prisión perpetua, estimó la agencia DyN.  El deceso se produjo a las 4:47 horas (local) del primer día de 2012, cuando Soria se encontraba en su domicilio particular acompañado por su esposa en la localidad de General Roca, a 1.200 kilómetros de Buenos Aires.

 "Es un accidente doméstico con un arma de fuego y será la Justicia la que determinará qué fue lo que pasó", dijo entonces Alberto Weretilnek, vicegobernador que a los pocos días juró en reemplazo del gobernador fallecido.

Soria había asumido su cargo el 10 de diciembre, por lo que sólo llevaba 21 días al frente de la provincia de Río Negro, tras haber ganado las elecciones de octubre de 2011 con un 50 por ciento de votos.