En agosto de 2013, Nadine Heredia visitó una escuela en el distrito limeño de San Juan de Miraflores, acompañada de la ministra de Educación. En medio del acto, un niño se acercó a la primera dama peruana y le dijo: "Muchas gracias, presiden...". Cuando el menor se dio cuenta de su equivocación, no le quedó otra que darle un fuerte abrazo a la esposa de Ollanta Humala.
Como ese escolar, muchos en Perú tienen la sensación de que Heredia ejerce un poder e influencia inéditos en el Palacio Pizarro. Ni Keiko Fujimori, ni Eliane Karp, ni Pilar Nores. Ninguna de las últimas primeras damas de Perú ha tenido un nivel tan grande de poder en el Ejecutivo como el de Heredia.
Ella misma ha alimentado a sus detractores. En un acto en 2012, delante de todos los medios de comunicación, preguntó a viva voz: "¿Dónde está mi ministra?", al referirse a la titular de Educación, Patricia Salas.
Heredia confirmó su alto perfil esta semana, después de que el primer ministro César Villanueva presentó su renuncia tras fuertes disputas con ella. La dimisión se hizo efectiva luego de que Heredia desmintiera en público a Villanueva, por una eventual alza del sueldo mínimo. La lápida para el ahora ex premier ocurrió cuando el ministro de Economía, Luis Castilla, cercano a Heredia, también lo desacreditó. Esto supuso un cambio de gabinete y la designación del quinto premier en apenas dos años y medio de gobierno. Durante la ceremonia, Heredia celebró con los brazos en alto la juramentación de los nuevos ministros. Raúl Castro, líder del opositor Partido Popular Cristiano, dijo que Heredia es la premier en las sombras, mientras que el ex primer ministro Oscar Valdés señaló a La Tercera que la primera dama ejerce funciones que no le corresponden.
En las campañas de 2006 y 2011, Heredia logró conectar con los estratos más pobres del país, gracias a un carisma que ya se lo quisiera su esposo. Ya en el gobierno, ha consolidado su astucia e inteligencia.
Además, prácticamente desde que Humala asumió el poder, en julio de 2011, una eventual candidatura presidencial de su mujer en 2016 ha opacado importantes aspectos de su gestión. Pese a que por ley está impedida de postular, el 67% cree que lo terminará haciendo.
Heredia también ha ejercido como vocera del Ejecutivo. No se despega ni de WhatsApp ni de Twitter. Es 14 años menor que su suegra y, curiosamente, es tía de su esposo, al ser prima de su suegra, Elena Tasso.
Pero sus suegros no la pueden ver ni en pintura, según han expresado públicamente, debido al perfil que ha cultivado en el Palacio Pizarro. Tras la salida del premier Villanueva, Isaac Humala, padre del presidente, dijo que Heredia ya no está "borrachita de poder, sino que es una loca de atar".
Humala ha calificado las críticas de "machistas" y ha descartado un cogobierno, como han denunciado sus detractores. Algunos medios hablan del "dúo dinámico". Lo cierto es que Heredia es la principal consejera del presidente y a fines de 2013 asumió como titular del Partido Nacionalista. "En Perú, el esquema de poder está centrado en la pareja presidencial", señala a La Tercera el analista Carlos Meléndez.