La Primera Dama peruana, Nadine Heredia, pasa por su peor momento. Si hace un año se la perfilaba como una posible carta presidencial, gracias a su popularidad, diversas controversias la ponen en una situación compleja para el gobierno.

Así, mientras en febrero del año pasado gozaba de un 40% de aprobación a su gestión, de acuerdo a un sondeo de la consultora Ipsos-Apoyo, ahora sólo tiene un 16%, la cifra más baja desde que su marido, el Presidente Ollanta Humala, llegó al gobierno en 2011. De hecho, siempre figuró por sobre su marido en los sondeos, cosa que se revirtió en la última encuesta.

Si bien siempre ha sido criticada por su influencia en los asuntos del Ejecutivo, al punto que muchos señalan que es ella la que gobierna, ahora se suman críticas por las acusaciones en su contra de corrupción y lavado de dinero. "Está al filo de la navaja de cometer delitos de corrupción y malversación", dijo  el congresista Juan Carlos Eguren del Partido Popular Cristiano.

Esto porque Nadine está siendo investigada por la Fiscalía de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio, a base de una denuncia de un ex militante del gobernante Partido Nacionalista (que ella encabeza) que presentó documentación que señala que más de US$ 200.000 recibidos por Heredia entre 2006 y 2010 no fueron aportados por dos empresas peruanas y una venezolana, como se afirmaba, sino por la madre, hermanos y amigos de la Primera Dama.

Estos ingresos ya fueron investigados en 2009, cuando Humala era líder de la oposición durante el gobierno de Alan García (2006-2011) y en esa oportunidad la Fiscalía archivó el caso. Heredia presentó un habeas corpus, el martes,  solicitando que se archive la investigación por considerar que "no hay pruebas nuevas".

La segunda investigación es contra la administración pública y está a cargo de la fiscalía para casos de corrupción de Lima, y comprende los delitos de colusión, tráfico de influencias y asociación ilícita para delinquir en agravio del Estado. Según el diario La República, en este caso se indagará sobre el supuesto vínculo ilícito de Nadine con Martín Belaunde Lossio, ex asesor de campaña del mandatario peruano en 2006, que es buscado por corrupción y que pidió refugio en Bolivia.

Otro problema que han tenido que sortear los Humala son las divisiones en el Partido Nacionalista, las que se hicieron evidentes tras la derrota en el Congreso en enero, cuando se derogó la ley laboral juvenil, considerada como abusiva por la oposición  y que tanto Heredia como Humala defendieron hasta el final. Esto acrecentó las presiones para un cambio de gabinete que se concretó el martes.

La derogación de la norma trajo un efecto negativo para la pareja presidencial: perder la mayoría en el Congreso. Esto porque varios parlamentarios de Gana Perú votaron a favor de la derogación y reconocidas figuras del nacionalismo abandonaron sus filas. De hecho, ante las denuncias contra su esposa, el mandatario acusó  a sus ex compañeros de partido de ser los responsables.

Ya en mayo pasado, Nadine quedó en medio de la polémica con la denuncia sobre que  el gobierno espiaba a opositores que podrían perjudicar su eventual candidatura presidencial en 2016, algo que fue negado por el gobierno.