Aún no existe una explicación respecto de los factores que pudieron haber influido en el fenómeno, pero lo cierto es que este año los alumnos que obtuvieron puntajes nacionales que pertenecen a los colegios particulares subvencionados rompieron todas las marcas desde que se inició la PSU, en 2003. Esto, a raíz de que lograron una participación de un 29% entre los máximos resultados, el más alto desempeño para este sector educacional en la historia de la Prueba de Selección Universitaria.

"Nos alegra que en los puntajes nacionales haya un poco más de diversidad", dijo el ministro de Educación, Harald Beyer. El secretario de Estado agregó que "se rompe una tendencia en ese grupo destacado, que indica una cierta movilidad", dijo.

De hecho, los colegios particulares subvencionados fueron los únicos que aumentaron sus máximos puntajes respecto del año pasado. Los establecimientos particulares pagados alcanzaron un 59% -lo más bajo de la historia del examen-, cayendo en siete puntos porcentuales respecto del proceso de admisión del 2011, cuando lograron el 66%. Lo mismo ocurrió con los establecimientos municipales, que bajaron de 18% a un 12%.

Según Beyer, esta baja no puede ser atribuida a las movilizaciones del año pasado y es necesaria "una mirada mucho más detallada de los resultados. A partir de los puntajes nacionales es muy difícil inferir alguna conclusión", dijo.

El segundo año con un porcentaje alto de estudiantes con puntajes nacionales provenientes de colegios particulares subvencionados fue en la admisión 2007, que alcanzaron un 27% de los 237 alumnos que ese año rindieron el examen.

BAJA DE UN 70%

Fue algo buscado tanto por el Consejo de Rectores como por el Ministerio de Educación: bajar el número de estudiantes con puntajes nacionales en Matemática respecto del 2011, cuando las cifras se dispararon. Es por eso que la prueba aumentó en cantidad de preguntas (se agregaron cinco más) y en dificultad. Y el objetivo se logró. De un total de 453 alumnos que obtuvieron el puntaje máximo en la materia el año pasado, en este proceso sólo lo alcanzaron 133 jóvenes. Es decir, un 70% menos de lo vivido en la edición anterior.

Este hecho puntual afectó a todos los puntajes nacionales, que en total bajaron un 40%. Es "un número mucho más en la línea con lo que hemos observado históricamente", dijo el secretario de Estado. Sin embargo, hubo una sorpresa, ya que los máximos nacionales en Ciencias Sociales aumentaron de 30 a 148. "No lo teníamos contemplado, pero estamos hablando de un subgrupo muy pequeño de estudiantes".

Hay estadísticas que se mantienen. La diferencia proporcional entre las mujeres y hombres con mayores puntajes sigue siendo alta. Las jóvenes sólo son mayoría en Lenguaje, sin embargo, en Ciencias alcanzan un 13%, situación que se repite en las pruebas de Matemática e Historia. Esto preocupa al ministerio. "Para nosotros es un tema relevante y estamos tratando de investigar mucho más profundamente si estos resultados reflejan algún sesgo de género u obedecen a otra razón", dijo Beyer, quien señaló que el estudio se realizará mientras se analiza el cambio en el sistema de admisión universitaria.