El mítico estadio Maracaná de Río  de Janeiro donde, en la final del Mundial 1950, 200.000  espectadores brasileños lloraron la derrota de Brasil ante  Uruguay, tendrá capacidad para 76.000 personas tras las reformas  anunciadas hoy destinadas a la Copa del Mundo que organizará  Brasil en 2014.

El gobierno del estado de Rio de Janeiro divulgó hoy el  proyecto para la reforma en el estadio que será el escenario de  la final del Mundo del Mundial 2014, a un costo de 405 millones  de dólares.

Todas las tribunas del estadio Mario Filho estarán bajo  techo, pero la capacidad actual, de 86.000 espectadores, será  reducida a 76.000, por las exigencias de la FIFA.

El estadio tendrá una entrada directa con la estación del  metro y el campo de juego ya no será el terror de los equipos  visitantes, dado que el largo del campo de juego será reducido  de los 110 metros actuales a 105 metros.

Las empresas privadas Andrade Gutiérrez, Odebrecht y Delta  formaron un consorcio y vencieron para la reformas del estadio,  que fue cerrado para los trabajos el 8 de setiembre y será  reabierto en en diciembre de 2012.